La II Guerra Mundial fue un acontecimiento que dejó miles de muertos y la causa belli que originó dicho conflicto, fue la invasión nazi a Polonia en 1939.
Tras el ascenso al poder de Adolf Hitler en 1933, la política expansionista del nazismo rindió frutos en el preludio de la II Guerra Mundial.
De hecho, el mundo estaba devastado por las consecuencias de la I Guerra Mundial y la Sociedad de Naciones no había previsto otro conflicto.
Sin embargo, surgió un líder alemán que con retórica, discurso emocionalista y la sed de venganza por el Tratado de Versalles, donde Alemania se vio severamente agravada tras la ‘Gran Guerra’.
Ese líder fue Hitler y tras conseguir el poder absoluto en 1934 bajo el cargo de Führer con ansias de dominio y prestigio.
En el siguiente post, abordaremos los datos y puntos históricos de la Invasión Nazi a Polonia, el detonante de la II Guerra Mundial.
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Previo a la Invasión Nazi a Polonia
Llegada de Hitler al poder en Alemania
Hitler llegó al poder como canciller imperial de la República de Weimar en 1933, hasta la instauración del Tercer Reich a finales de ese año.
Con la muerte de Paul von Hindenburg en 1934 y sumando la autonomía de todos los poderes concentrados en una figura, la del Führer.
Por su parte, la política expansionista de Hitler viene de años, antes de llegar al poder y cuando estuvo en prisión al publicar Mi Lucha.
Entre los aspectos generales de su ideología, estaba la instauración de un pangermanismo, exclusividad de la raza aria, anticomunismo y el odio a los judíos.
De hecho, Hitler acuso a los judíos de ser los causantes de la derrota alemana en la I Guerra Mundial.
A su vez, hubo una inquietud por parte de Hitler con el estado de algunos territorios que fueron despojados durante el Tratado de Versalles.
Entre esos territorios estaban Dánzig, Prusia Oriental y Memel, lo que constituiría el corredor polaco, del tanto que se reclamó tras lo de Versalles.
Pese a ello, la Sociedad de Naciones (preludio a la ONU) pidió encarecidamente al gobierno de Hitler evitar el expansionismo y Alemania abandonó este organismo.
Posteriormente, Alemania firmó un pacto de no agresión con Polonia en 1934, según lo establecido por los gobiernos franceses y polacos.
Pacto de Múnich
Tras un aparente revés de Hitler con los gobiernos de Polonia y Francia, el führer se enfocó en las relaciones de política exterior.
Las pautas que precisó Hitler fue la anexión inmediata de los territorios de Austria y Checoslovaquia, para ello en 1938, Alemania anexa el territorio austriaco.
De este modo, se cumpliría las pautas establecidas con los gobiernos de Reino Unido y Francia, sobre la anexión de dos territorios a cambio de una ‘tregua de paz’.
Ese pacto se le conoció además como la ‘política de apaciguamiento’, idea central que adoptó el primer ministro británico, Neville Chamberlain.
Con este paso, Alemania Nazi tomó el territorio de Memel y desmembró a Checoslovaquia, el próximo objetivo era Polonia.
Sin embargo, Francia y Reino Unido advirtieron la intención de ayudar a Polonia, en caso de una invasión nazi al territorio polaco.
En marzo de 1939, el ejército alemán invade Bohemia, Moravia y Checoslovaquia, argumentando que acudieron al llamado de civiles alemanes en esos territorios.
Tras la obtención de la Ciudad Libre de Dánzig, Alemania advirtió las intenciones de anexión a Polonia a través de un memorándum al gobierno polaco.
No obstante, el gobierno polaco aceptó la carretera para trayecto nazi, pero sin condiciones, es decir, no accedió ni al ferrocarril y menos a dar carta libre a Dánzig.
La negativa del gobierno polaco, cayó mal a Hitler que promulgó el 23 de abril de 1939, la intención de invadir a Polonia cuanto antes sea posible.
Pacto de no agresión entre Alemania y URSS
Como era de esperar, la Unión Soviética liderada por Iosif Stalin se interesó también por el extremo oriental de Polonia, lo que marcaba en los límites con Alemania.
El 23 de agosto de 1939, Alemania Nazi y la URSS firman el Pacto Ribbentrop-Mólotov, donde se repartían el territorio polaco.
En dicho acuerdo, Alemania tomaba el extremo occidental de Polonia; mientras que la URSS los territorios del oriente.
Por lo tanto, ninguno de los dos países iba a atacarse, acuerdo que se rompió más adelante con la Operación Barbarroja (Asedio a Stalingrado).
Con el pacto germano-soviético consumado, Reino Unido y Francia vio una provocación con el acuerdo y acusó a Hitler de romper la tregua a Polonia.
Finalmente, el 31 de agosto de 1939, Hitler firmó la Directiva 1, dando órdenes expresas de atacar a Polonia, con la fecha y hora exacta de la invasión.
Invasión Nazi a Polonia
Las fuerzas alemanes se desplegaron en la frontera germano-polaca el 28 de agosto de 1939 y tres días después, un grupo nazi camuflados irrumpieron la ciudad de Gleiwitz.
Esta acción se describió tiempo después, como la excusa perfecta para invadir a Polonia, inculpando al gobierno polaco de provocador.
No obstante, la respuesta local ante la Invasión Nazi a Polonia no se hizo esperar y colocaron explosivos en la frontera cercana a Prusia Oriental.
El primer ataque se reportó a las 4:26 horas de la madrugada del 1 de septiembre de 1939, mediante un bombardeo aéreo de la Luftwaffe.
Por su parte, el acorazado Schleswig-Holstein atacó la fortaleza polaca en la península de Westerplatte.
Dos horas después, la Luftwaffe atacó Varsovia, además de la base aeronaval de Puck y el aeropuerto de Rakowice en Cracovia.
Entre el 1-3 de septiembre se desarrolló la Batalla de Mlawaerania, donde la resistencia polaca intentó evitar el avance nazi en la frontera.
Por otro lado, el 7 de septiembre Alemania venció y tomó la península de Westerplatte, provocando grandes bajas al ejército polaco.
Tres días después, culminó la batalla de Wizna, escenario que significó en una victoria aplastante y estratégica de Alemania.
A su vez, el 20 de septiembre, Polonia tuvo una bocanada de aire al hacer retroceder el avance alemán, pero no aprovechó para el contrataque, debido a falta de suministros.
Entretanto, los escenarios de Leópolis, Brtest Litovsk y las batallas de Varsovia, serían duros golpes para Polonia, junto con la entrada de las pretensiones soviéticas en marcha.
Tras el colapso en los dos frentes, la batalla de Kock significó la capitulación de Polonia y el rendimiento absoluto de las fuerzas locales ante la llegada de los nazis a Varsovia.
Consecuencias de la Invasión a Polonia
Con la victoria nazi en Polonia y la anexión del territorio polaco junto con el rompimiento del pacto de no agresión, Reino Unido y Francia declaran la guerra a Alemania.
De este modo, se establece la II Guerra Mundial, solo quedaba a Hitler la mira de Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos y Francia, teniendo todo el occidente concentrado.
Entretanto, los territorios escandinavos que eran del interés soviético, iban a ser tocados por Hitler con los asedios de Dinamarca.
Por ende, los soviéticos se sintieron provocados y tenían un rival de consideración con planes expansionistas.
Otro de los aspectos que marcaron la Invasión Nazi a Polonia, fue la llegada del primer ministro británico, Winston Churchill, uno de los pilares dentro de la II Guerra Mundial.
Finalmente, los planes expansionistas de Hitler surtieron efecto, además, certificó que la política de apaciguamiento fue un fracaso rotundo de mimar al león.