Uno de los hombres más influyentes dentro de las artes políticas y bélicas, siendo sinónimo de conquista es Alejandro Magno.
Este conquistador de origen macedonio, impulsó una política de dominio en África, Asia Menor y el Mediterráneo.
Sin embargo, su sorpresiva muerte con apenas 32 años, dejó inconcluso algunas campañas contra sus enemigos.
En el siguiente post, abordaremos la biografía de Alejandro Magno, desde sus campañas hasta sus últimos días.
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Biografía de Alejandro Magno
Primeros años
Alejandro III de Macedonia, conocido como Alejandro Magno o el Grande, nació en Pela, Macedonia, que en ese momento pertenecía a la Antigua Grecia, en julio de 356 a. C.
Hijo de Filipo II, rey de Macedonia y de Olimpia, hija de Neoptólemo I de Epiro, siendo sucesor en la línea de su padre en el reinado macedonio.
No obstante, existen controversias sobre el origen de Alejandro Magno, según Plutarco, Filipo soñó que un rayo impactó el cuerpo de su esposa y divisó una figura de un león.
Por tal motivo, se cree que Filipo reprendió a Olimpia y la acusó de adulterio, creando sospechas que el verdadero padre de Alejandro Magno es Nectanebo II, un faraón egipcio.
Aunque su origen y el verdadero padre son supuestas teorías, Filipo II lo tomó como propio, otorgando los beneficios de un heredero.
En su infancia, recibió educación de Leónidas, un maestro macedonio que se dedicaba a enseñar a los hijos de la alta esfera social macedonia.
Por otra parte, recibió clases de Lisímaco, en especial, en las áreas de la literatura, donde se adentró en la mitología griega con la Ilíada de Homero.
En la adolescencia, recibió enseñanza del famoso filósofo griego, Aristóteles, donde le encaminó hacia la filosofía y las ciencias políticas por cinco años.
Por si fuera poco, Aristóteles le enseñó sobre las diversas ramas científicas como biología, ética, lógica, matemática, metafísica, retórica y demás áreas.
Inclusión dentro de la política en Macedonia
A los 18 años, Filipo II le encomendó diversas tareas dentro del gobierno, especialmente, en el área diplomática, recibiendo a los persas y otras civilizaciones.
Sin embargo, esta tarea venía con un fin, conocer sobre sus aliados y enemigos para futuras invasiones que orquestó Filipo.
Dos años después, Filipo ordenó que se enlistara en el ejército, donde Alejandro comandó la caballería en la Batalla de Queronea, siendo favorable para los macedonios.
Con la victoria en Queronea, Alejandro ocupó el cargo de gobernador de Tracia, siendo apenas un joven y sin experiencia en el ámbito político y militar.
Por otra parte, era un fiel ferviente a la creencia del dios griego Zeus, además, de su hijo Hércules o Heracles, un culto que rindió hasta el final de su vida.
Enemistad con Filipo II
Las terribles contiendas entre Filipo y Olimpia, venían de muchos años, inclusive, antes del nacimiento de Alejandro.
Por tal motivo, se creó un resentimiento de Filipo hacia su mujer, repudiándola y tomando como esposa a Cleopatra de Macedonia, que sería su última conyugue.
Uno de los motivos del enfrentamiento entre Alejandro y Filipo, fue la sugerencia de Atalo sobre un heredero legítimo, excluyendo al ‘bastardo’.
Por tal motivo, Filipo en pleno estado de ebriedad y con la posible burla de Alejandro, decidió expulsar a su propio hijo y a Olimpia, además, de su círculo más cercano.
De esta manera, Alejandro Magno y Olimpia se exiliaron en Epiro, tierra de su madre, donde estaría al tanto de las intenciones de Cleopatra y Filipo.
Con el asesinato de Filipo en 336 a. C por parte de Pausanias, un capitán de su guardia, se especuló que dicho magnicidio tuvo responsabilidad a Olimpia.
Por otra parte, Alejandro ordenó la muerte de dos posibles herederos, es decir, sus hermanastros Europa y Carano, aunque, este último se duda de su procedencia.
Tras la muerte de gran parte de su familia, Cleopatra decidió poner fin a su vida, pero hay posibilidades de que haya muerto por órdenes de Olimpia.
Llegada al poder
Sin ningún heredero macedonio, Alejandro ocupó el trono de su padre Filipo a la edad de 20 años.
Uno de sus objetivos fue convertir a Macedonia en un territorio distinto a la que heredó de su padre Filipo.
Pese a su discurso inicial, donde se mostró una cierta fragilidad en los intereses monárquicos, las polis griegas se rebelaron contra el nuevo rey macedonio.
No obstante, Alejandro las repeló y se sumó a un nuevo objetivo, conquistar Persia y para ello, lanzó la campaña del norte, para la toma de nuevas ciudades.
Con la llegada de la toma de una guarnición macedonia en Tebas, Alejandro Magno recorrió con su potente caballería 600 kilómetros hasta Tesalia.
Allí, sofocó la sublevación de Tebas, donde saqueó toda la ciudad y dejó integra la casa de Píndaro.
Tras los planes de remodelación de Tebas, el rey siguió un nuevo proyecto, el camino al sur del Ática para contemplar las nuevas campañas del Gránico y Mileto.
Una de las misiones del conquistador era mantener la armonía en la Hélade, tomando para sí Antípatro, llegando al Helesponto y Asia Menor.
Nuevas conquistas
La Batalla de Gránico significó una victoria relevante de los macedonios, aunque, en dicho enfrentamiento, Alejandro pudo perder la vida, sino, fuera por la intervención de un oficial leal.
Con dicho enfrentamiento, el ejército macedonio logró ocupar a Éfeso, Halicarnaso, Pérgamo y Mileto, dejando bajas importantes a los griegos y persas.
Para las nuevas conquistas, tuvo un descanso, donde conoció al escultor Lisipo y al pintor Apeles, del cual, tendría una gran amistad, siendo su artista personal.
Alejandro con las campañas concluidas ordenó a todos los combatientes a pasar sus vacaciones en compañía de sus esposas, mientras, en ese tiempo, se dedicó a cosechar nuevas concubinas.
Tras el receso, idea un nuevo plan y es el asalto al Mediterráneo, donde las ciudades Isos, Tiro y Gaza se mostraban apetecibles.
Toma del mediterráneo
La Batalla de Isos, dejó bien parado al ejército macedonio y Alejandro capturó a toda la familia real de Darío III, aunque, no tomó inicialmente represalias contra ellos.
Tomó como esposa a Barsine, una de las hijas de Darío III, teniendo como misión la mezclas de razas y evitar la pureza étnica entre las naciones conquistadas.
Ante tal situación, Darío intentó negociar con Alejandro Magno, pero las rechazó, dejando entrever que quería el poderío hasta Asia Menor.
Con las conquistas de Tiro, Gaza, Fenicia y Judea, el ejército de Alejandro fue temible como exitoso.
Ahora el punto de mira era Egipto, un lugar que en ese momento era colonia persa, pero Alejandro soltó una amenaza contra los persas.
Alejandría
Con la amenaza, los egipcios recibieron como un héroe a Alejandro Magno, proclamándose rey de los dos reinos y faraón en el 332 a. C en Menfis.
Al año siguiente, Alejandro consideró tomar la zona costera, ya que, era fértil e idónea para los cultivos y productos agrícolas.
Para ello, tomó dichas tierras y las bautizó con el nombre de Alejandría, siendo un patrimonio cultural e histórico con el paso del tiempo.
Ataques a Persia
Con la situación en Egipto controlada y siendo un venerable en ese imperio, seguía los planes de conquistas a Persia.
Para ello, se orquestó la campaña de Gaugamela, realizando una gesta que hasta el sol de hoy es muy difícil de comprender y descifrar.
En ese tiempo, el rey persa Darío con un ejército de mayor número de hombres aguardó frentes a las costa de Gaugamela en las adyacencias del río Tigris.
No obstante, Alejandro orquestó un plan, que comenzó con los flancos más desprovistos hasta encerrar a las fuerzas más equipadas, volteando el número de hombres.
Tras esta victoria contra todo pronóstico, le siguió la ocupación de Babilonia, que supuso una gran baja moral y de efectivos del imperio persa.
Alejandro Magno ocupó el territorio persa y su capital, Babilonia, luego, se enfocó en la persecución de Darío III. No obstante, el monarca fue asesinado por sus nobles.
Seguidamente, la autoproclamación de Bessos como nuevo monarca de Persia, no caló bien en Alejandro, planeando su captura y ejecución por la muerte de Darío III.
En el ámbito cultural, la creciente influencia entre los egipcios, griegos, macedonios y persas, tuvo una evidente mezcla de culturas, desde las artes hasta la religión.
Muerte de Clito y conspiraciones
Las conspiraciones en torno al conquistador no se hicieron esperar, donde las ejecuciones de Filotas, Amintas y Calístenes, fueron polémicas en aquella época.
A su vez, un duro golpe recibió el imponente Alejandro, cuando provocó en estado de ebriedad la muerte de uno de sus mejores hombres, Clito.
El incidente ocurrió cuando Clito reprendió a Alejandro debido a un desplante en la memoria de Filipo, quien consideró una ofensa por parte del conquistador.
Tras una larga discusión, Alejandro atravesó con una lanza a Clito, ante la horrenda expresión de los presentes.
Por tal crimen, Alejandro guardó luto de tres días y algunas crónicas mencionan que tuvo ideas suicidas ante tal remordimiento.
Alejandro Magno mira Asia Central
Tiempo después, Alejandro se centró en la promesa que hizo a la familia de su esposa, la captura y ejecución de Besso por el asesinato de Darío III.
Dentro de Persia había guardias y sátrapas leales a Alejandro, entre ellos, un general amigo del conquistador, Ptolomeo, quien capturó a Bessos y lo ejecutó.
Por tal acción, hubo revueltas en contra de Alejandro, entre ellas, Espitamenes quien constituyó un hueso duro de roer para las aspiraciones del conquistador.
Sin embargo, Alejandro logró cercar las provisiones de Espitamenes, siendo asesinado y los locales entregaron la cabeza del rebelde.
Por otro lado, Alejandro siguió expandiendo sus planes de conquistas abarcando gran parte de Asia Central, llegando a la India.
Para ello, atravesó el río Hidaspes, para someter al rey indio Poros y dominar el valle del Indo.
Con la obtención de las satrapías de Asia Central, formalizándose la relación con Roxana y su matrimonio, el apoyo era más que evidente ante una posible invasión.
Sin embargo, Poros fue un gran contendiente y a pesar de la victoria contra el rey indio, hubo una tregua y alianza posterior.
Las conquistas de Alejandro Magno en Asia Central abarcaron lo que hoy es Pakistán, Afganistán, Birmania y otros territorios.
Últimos días y muerte
Los planes de conspiración contra Alejandro Magno aumentaban a medida que el conquistador sumaba nuevos territorios dentro de su jurisdicción.
Tiempo después, Alejandro sofocó malas decisiones y libertinajes de algunos de sus sátrapas al ejecutarlos sin contemplaciones.
No obstante, la muerte de Hefestión posiblemente envenenado o a causa de una enfermedad mortal, pesó mucho en el ánimo del conquistador.
Para el año 323 a. C, la salud de Alejandro Magno empezó a deteriorarse y las posibles teorías sobre sus últimos días y muerte son diversas.
Entre el 10 y 11 de junio de 323 a. C, Alejandro Magno murió en el palacio de Nabucodonosor II de Babilonia, a sus 32 años, faltando un mes exacto para su aniversario 33.
Según algunos cronistas, la muerte de Alejandro pudo haber sido envenenamiento por parte de una conspiración de Casandro y Yolas.
Otros refieren que pudo haber sido víctima de una pandemia en esa época, la Fiebre del Nilo, que pudo contraer en uno de sus viajes a Egipto.
Independientemente de la causa principal de su prematura muerte, Alejandro Magno fue custodiado y sus más notables guardias vieron a su rey por última vez.
Legado de Alejandro Magno
Con la muerte de Alejandro Magno, todos los miembros de su familia, pertenecientes a la dinastía Argéada, fueron ejecutados por órdenes de Casandro.
Por lo tanto, no hubo un heredero legítimo dentro de su línea sucesora y hubo disensiones tras la muerte del conquistador.
Con tales objeciones, en Macedonia se dividieron cuatro reinos y dinastías: Tolemaica, Antigónida, Lisímaco y Seléucida.
En cuanto al testamento de Alejandro Magno, es controversial, ya que, hay divisiones sobre el legado y posición del sucesor.
Sin embargo, Cratero figura como el sucesor de Alejandro, debido a que fue el último que se reunió con el conquistador en su lecho de muerte con instrucciones precisas.
Alejandro Magno fue enterrado en un sarcófago, pero con el tiempo, diversos imperios y civilizaciones ultrajaron su cuerpo y pertenencias.
10 Curiosidades de Alejandro Magno
- Su caballo se llamó Bucéfalo y de hecho, denominó a una ciudad de Asia Central con el nombre de su mascota.
- Tuvo cuatro esposas y aproximadamente 50 concubinas, inclusive, tuvo amantes masculinos.
- Fundó más de 70 ciudades, entre la más reconocida: Alejandría en Egipto.
- Los cuatro reyes de las barajas, personifican a David, Carlomagno, Julio César y Alejandro Magno.
- Según los cronistas, tanto Julio César y Octavio Augusto eran admiradores del rey macedonio, en una oportunidad rompieron sin querer la nariz del busto.
- Nunca perdió una batalla en sus 15 años de campañas y conquistas
- Es considerado uno de los conquistadores más grandes de la historia, como Napoleón Bonaparte o Carlomagno.
- Tenía dos tipos de colores de ojos, es decir, heterocromía, tenía un ojo azul y otro marrón.
- En cuanto a su físico, medía unos 160 centímetros (1.60 metros), voz áspera, cuello torcido por un defecto congénito y de cutis blanco.
- Era epiléptico.
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