El fútbol ha vivido una larga época, entre transiciones y nuevos cambios, entre ellos, un parámetro que cambió para siempre y nos referimos a la Ley Bosman.
Dicha ley entró en vigencia a raíz de un caso que acaparó la atención en los medios de comunicación a mediados de los años 90.
Con esta nueva ley, la UEFA tuvo que cambiar algunas reglas y se permitió ampliar el abanico de posibilidades en el mercado de fichajes para los clubes.
De esta manera, el caso Bosman permitió ampliar los horizontes y no solo Europa, se vio beneficiado con esta ley, sino, también, las demás confederaciones.
Partiendo de lo anterior, presentamos la Ley Bosman, el caso que revolucionó el fútbol para siempre.
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Antecedentes de la Ley Bosman
Antes de abordar de lleno a lo que consiste esta ley, debemos conocer a su protagonista y es el futbolista belga, Jean-Marc Bosman.
Bosman demandó a través de una instancia judicial al club que para ese entonces militaba, el Real Fútbol Club de Lieja.
Según la demanda, Bosman rechazó la oferta de renovación de contrato de un año más con el club, debido a que su salario se iba a ver reducido.
Tras esa negativa del jugador, el club decidió tomar cartas sobre el asunto y la gota que derramó el vaso, fue cuando Bosman llega a un acuerdo con el USL Dunkerque de Francia.
Ambos clubes acuerdan el pase en forma de cesión del jugador belga con opción de compra, pero debía pagar una cláusula de indemnización de 11.743.000 francos belgas.
Ante la alta suma para pagar, el club francés rechaza la tasa de indemnización, frustrándose el pase de Bosman al equipo galo.
Por otro parte, el cuadro belga en manera de castigo, decide apartar de la disciplina al jugador y toma otras medidas, como la reducción del 70% de su salario en ese momento.
Por si fuera poco, el club le exigió 800.000 dólares al jugador a cambio de su libertad para poder negociar con el club francés u otro equipo.
Posterior al incidente con el club belga
Tras no aceptar las condiciones del RC Lieja, Bosman estuvo desempleado y sin poder disputar partidos ni con el club belga ni con otro equipo.
Ante ello, formalizó una demanda ante la Federación Belga de Fútbol y el pedido fue denegado, al considerarse inadmisibles e ‘ilegales’, sus acuerdos con el Dunkerque.
Para 1992 y cumpliéndose casi dos años sin poder percibir salario, Bosman presentó una demanda formal contra el RC Lieja, la Federación Belga y la UEFA.
Dicha demanda fue aceptada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, basándose en el estatuto del Tratado de Roma del 25 de marzo de 1957.
Según el título III del Tratado de Roma, manifiesta que todo trabajador debe circular libremente dentro de la Unión Europea, inhabilitando las prácticas limitativas de los clubes y asociaciones deportivas.
Por lo tanto, la solicitud de defensa de Jean-Marc Bosman fue aceptada y tras tres años de procesos judiciales y reuniones con los protagonistas, se dictó sentencia.
Ley Bosman
La sentencia salió favorable al jugador el 15 de diciembre de 1995 en Luxemburgo, donde se encuentra la sede de esta instancia judicial.
En dicha sentencia, se declaró ilegal las indemnizaciones o cláusulas que pautó el club RC Lieja de Bélgica, sumado, al cupo de los jugadores extranjeros.
De tal manera, dicha sentencia cambió en su totalidad el ámbito del fútbol europeo, donde no había limitaciones con el número de jugadores extranjeros.
Por tal motivo, los grandes clubes europeos se beneficiaron en gran medida de esta regla y a base de talonario, fichaban a desproporción a jugadores de equipos más pequeños.
Aunque, las canteras de fútbol siguieron funcionando al igual que los derechos televisivos, con el paso del tiempo, esta ley empezó a perjudicar al fútbol base y otros aspectos.
Consecuencias de la Ley Bosman
Con el paso de los años, el fútbol europeo cambió de manera radical, en especial, las monopolizaciones de los grandes clubes.
Asimismo, la cantera o fútbol base sintieron los embates de esta nueva ley, debido a que los clubes más poderosos compraban a los jóvenes talentos y dejaban desprovistos a los equipos rivales.
De igual manera, los cupos que estaban fijados antes de jugadores extranjeros se eliminaron y ahora se podía fichar a cualquier jugador sin importar la nacionalidad ni la limitante.
Para muestra un botón, el Inter de Milán en la década de los 2010, formó una plantilla con un 70% de jugadores extranjeros o no italianos.
En cuanto al impacto económico, cambió y los fichajes iban tornándose costosos, tanto así, que en la actualidad es normal pagar por un jugador más de 100 millones de euros.
De esta forma, la monopolización del fútbol europeo es abismal y se puede notar en las diversas competiciones internacionales, sobre todo, a nivel de clubes.
La vida posterior de Jean-Marc Bosman
Con respecto al protagonista, Jean-Marc Bosman, podríamos decir que no fue tan beneficiado como se esperaba.
El jugador que promovió el impacto y marcó un antes y después en el fútbol europeo, no tuvo un salto de gran envergadura en su carrera futbolística.
Bosman regresó a las canchas en 1995 como agente libre (gracias a su ley del mismo apellido), siendo parte de la plantilla del Standard Lieja.
Sin embargo, la fama de Bosman en el fútbol se profundizó y muchos clubes tuvieron miedo de una llamada de atención mediática, provocando en cierto modo rechazo en el jugador belga.
Tras militar en otros clubes como Olympic Charleroi, CS Saint-Denis y Visé, el protagonista de la Ley Bosman colgó los botines en 1997.
Posteriormente, su vida se estancó y malgastó los 280.000 euros de la indemnización del fallo.
Bosman se entregó por completo al alcoholismo y sus familiares aseguran que este cambio radical lo afectó en su personalidad y en el desarrollo de su entorno.
Tanto así, que Bosman tuvo que cumplir un año de prisión en el año 2013 por agredir a su novia e hija.
En la actualidad, Jean-Marc Bosman se encuentra en Bélgica y tiene 57 años.
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