Los accidentes aéreos constituyen una catástrofe que nadie se imagina vivir o ser protagonista. En Venezuela han sucedido algunos, pero el que se vivió con el vuelo 742 de Viasa, pasó a ser hasta el año 2005 como el peor desastre aéreo en territorio venezolano.
En nuestra sección de Casos más Sonados, presentamos en esta ocasión, el vuelo 742 de Viasa o mejor conocido, como el accidente aéreo de Ziruma.
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El vuelo 742 de Viasa
Viasa como línea operativa
Viasa era una empresa aerolínea venezolana que operó en el país, desde el 21 de noviembre de 1960 hasta el 23 de enero de 1997.
A lo largo de su historia, la aerolínea operó para vuelos nacionales e internacionales, con destino en algunas partes del mundo.
Por otro lado, la compañía era una de las de mejor prestigio a lo largo de su historia, conectando con países como Panamá, Colombia, Canadá, Estados Unidos, México, España, Alemania, Marruecos, entre otros.
Sin embargo, ha sido protagonista, en sus 37 años de historia, de dos accidentes mortíferos.
El primero en el año de 1960,donde un avión de la compañía se precipitó en el Océano Atlántico, cerca de Portugal.
En dicho accidente, murieron 67 personas (pasajeros y tripulación), hasta que el 16 de marzo de 1969, ocurrió uno de los peores accidentes de aviación en los 60.
De hecho, a raíz del accidente, el gobierno de aquel entonces, aceleró las construcciones del nuevo aeropuerto y el de Grano de Oro, quedó clausurado.
Con respecto a Viasa, siguió operando hasta el año 1997, cuando la compañía es absorbida por Iberia y otras compañías, y volvería como Conviasa, siendo subsidiaria del gobierno chavista.
Vuelo 742 de Viasa: rumbo a la fatalidad
Ahora bien, el vuelo 742 de Viasa iba a operar como una mañana cualquiera entres destino, el avión iba a salir desde Caracas con escala a Maracaibo, y de allí, hacia la ciudad de Miami, Estados Unidos.
El vehículo aéreo era un McDonell Douglas, rentado de la aerolínea Avensa, junto con los miembros de la tripulación que le pertenecía a dicha compañía.
Por ende, Viasa adquirió el vehículo para realizar el vuelo de escala de Caracas-Maracaibo, luego recargaban combustible para emprender de nuevo la travesía hacia Miami.
Sin embargo, algunos testigos puntualizaron que el avión al aterrizar en el antiguo Aeropuerto de Grano de Oro, notaron que el vehículo venía con dificultades.
Uno de los testigos mencionó que el avión tropezó con unas ramas de los árboles, lo cual, dificultó el descenso a la pista de aterrizaje en Grano de Oro.
La nave recarga combustible y embarcan el equipaje de 27 pasajeros más que esperaban en Maracaibo.
Cabe destacar que en las inmediaciones del aeropuerto Grano de Oro, ya había viviendas y urbanismos, lo que evita la ampliación del terminal aéreo.
Por su parte, el clima que imperaba en esa parte de Maracaibo, era sofocante y afectaba, en cierto modo, el aterrizaje y despegue.
A las 12:00 p.m del 16 de marzo de 1969, el avión está listo para despegar, bajo las órdenes del capitán Emiliano Savelli Maldonado y el copiloto José Gregorio Rodríguez Silva.
El avión prende sus turbinas y el viaje empieza a rodar, lo que nadie se imagina, que era un vuelo con retorno a la muerte.
Desastre aéreo que enluta a Maracaibo
El carreteo del avión por la pista parece poco común, aunque, el relato de testigos lo consideraron normal por las condiciones del terminal aéreo.
No obstante, se va elevando unos 10 metros de altura, lo que parece normal, empieza a tornarse dubitativo.
Pese a los esfuerzos del capitán, lo terrible aparece, el motor izquierdo choca con un poste eléctrico ubicado en el antiguo cine Capitolio.
El impacto hace restar velocidad de altura y lo grave empieza a surtir, cuando la aeronave se adentra a una zona residencial ubicada en la urbanización La Trinidad.
Posteriormente, en esa zona, uno de los reflectores de una cancha de baloncesto, rasga los depósitos de combustible de la aeronave, derramándose en la urbanización.
Durante el trayecto a la fatalidad, el avión impacta con dos transformadores de alta tensión eléctrica, haciendo explotar uno de los tanques de combustible.
Seguidamente, el motor del ala izquierda explota, desprendiéndose sobre una residencia en la urbanización La Trinidad con el sector Ziruma.
Tras el fuerte impacto, la aeronave pierde el control y cae de manera invertida en una vereda del citado sector, explotando del golpe provocado en el terrible descenso.
El fuerte impacto se escuchó en gran parte de la ciudad, de igual forma, las llamaras y el humo que expedía de esta zona del norte de Maracaibo.
La noticia recorrió el mundo
El vuelo 742 de Viasa corrió el mundo y en menos de 24 horas del fatal accidente, había corresponsales de todas partes del planeta.
Al inicio se manejaron cifras extraoficiales que rondaban los casi 200 muertos, entre los viajeros, tripulación y personas en tierra.
Posteriormente, se ofreció un parte oficial, donde se contabilizaron el total de fallecidos, que llegó 155 victimas fatales, entre pasajeros, tripulantes y personas en tierra.
De esta cifra mortal, fallecieron 74 pasajeros, 10 tripulantes y 71 personas en tierra, mientras que los heridos llegaron a los 100.
Tras el lamentable suceso, se consideró el accidente del vuelo 742 de Viasa como la peor catástrofe aérea en Venezuela (hasta el año 2005) y del mundo hasta 1971.
Consecuencias del accidente
Luego del accidente aéreo, se aceleraron las construcciones del nuevo aeropuerto, que quedaría a una zona alejada de la ciudad y con mayor amplitud.
Por lo tanto, se inauguró el Aeropuerto Internacional ‘La Chinita’, ubicado en Caujarito, en el municipio de San Francisco, ocho meses después del siniestro.
Asimismo, el aeropuerto de Grano de Oro, siguió operando hasta el cese de sus labores aéreas como terminal hasta el 13 de noviembre de 1989.
Tras el cierre, la Universidad del Zulia compró los terrenos del antiguo terminal aéreo, siendo parte de la casa de estudios como la Facultad Experimental de Ciencias.
Por su parte, las razones del siniestro se debieron al descuido del capitán al estacionarse en una zona que no debía y restó 400 metros de despegue.
A su vez, el sobrepeso de la aeronave fue otro factor que influyó en el fatal incidente que se cobró la vida de más de 150 personas.
Entre los fallecidos, están personalidades del deporte como el empresario Antonio Herrera Gutiérrez, presidente de los Cardenales de Lara (béisbol).
Entretanto, el lanzador prospecto de los Navegantes del Magallanes y de Gigantes de San Francisco (EE. UU), Néstor ‘Látigo’ Chávez, falleció en el incidente, al igual que otro pelotero, Carlos Santelíz de Cardenales de Lara.
Finalmente, algunos miembros de la familia de Lino Connell, un aclamado deportista zuliano, fallecieron por el impacto del motor del avión, que precisamente cayó en su casa.
Connell no se encontraba en la vivienda, pero si su esposa, su cuñado y su suegra, falleciendo en el incidente.
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