En el año 2020, un crimen conmocionó a una ciudad en las afueras de Buenos Aires, conocida como Villa Gesell, un joven llamado Fernando Báez Sosa, fue brutalmente golpeado hasta perder la vida por un equipo de rugbistas de esa localidad.
Tras casi tres años de protestas, lucha y clamar por justicia para el asesinato de Fernando Báez Sosa, el día 7 de febrero de 2023, se dio el veredicto de los implicados y culpables.
En nuestro segmento de ‘Casos más Sonados’, presentamos el crimen de Fernando Báez Sosa, con todo lo relacionado con este dantesco homicidio.
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Casos más Sonados: Fernando Báez Sosa
¿Quién era Fernando Báez Sosa?
La víctima de este horripilante asesinato, nació el 2 de marzo de 2001, en Buenos Aires, Argentina.
Sus padres son Silvino Báez y Graciela Sosa, inmigrantes paraguayos que decidieron establecerse en Argentina.
El señor Báez es portero del edificio donde residían y la señora Graciela, cuidadora de ancianos, ambos padres tenían a un único hijo, llamado Fernando.
Fernando creció en el Barrio La Recoleta, en las afueras de la capital argentina, y estudió en el Colegio Marianistas de Caballito, pero en condición de ‘becado’.
Al culminar la secundaria, Fernando se interesó por el derecho, admirando la carrera del abogado mediático, Fernando Burlando, quien por cosas del destino jugará un papel fundamental tiempo después.
Posterior a la secundaria, ingresa en la Universidad de Buenos Aires (UBA), como aspirante a la carrera de derecho y al tiempo, conoce a Julieta Rossi, quien coincidían en el mismo salón.
Con el paso del tiempo, Julieta y Fernando se hacen novios y al poco tiempo de cumplir los 10 meses de relación, deciden distraerse del ajetreo de la ciudad y compartir juntos con algunos amigos en Villa Gesell.
El plan era permanecer en esa zona residencial y turística, entre el 16 y 23 de enero de 2020, pero el destino truncó la vida de Fernando.
Lugar y momento equivocado
La noche del 17de enero de 2020, Fernando, su novia Julieta y un grupo de amigos deciden distraerse y acuden a la discoteca Le Brique, donde después de almorzar van rumbo al lugar.
A la 1:30 a. m del 18 de enero, la discoteca estaba muy concurrida y el grupo de amigos de Fernando tienen choques con un grupo de chicos.
El otro grupo de chicos son originarios de Zárate, una localidad bonaerense, cercana a Villa Gesell.
El inicio del alteraco ocurrió a las 4:30 a. m, cuando dentro de la discoteca, los chicos de Zárate se toparon con Fernando y sus amigos.
Ante tal amenaza, parecía que no pasaba a mayores, y a las 4:44, Fernando en compañía de sus amigos, se disponían a regresar al hotel, cuando fueron abordados por dos chicos zarateños.
Los chicos pertenecían a un club local y la prensa argentina los apodó ‘rugbiers’, dos de ellos atacaron a Fernando y a sus amigos por la espalda.
Acto seguido, los amigos de Fernando fueron apartados por los rugbiers, mientras, el chico y un amigo, fueron golpeados salvajemente.
De hecho, Fernando quedó inconsciente y le seguían golpeando en el rostro, mientras, dos de los agresores alardeaban del hecho, lanzando improperios al cuerpo de Báez.
Tras el acto, los rugbiers huyeron del sitio, mientras, los amigos de Fernando y su novia, intentaban reanimarlo, pero sin éxito.
Un testimonio clave
Luego de cometer el atroz crimen, el líder de los rugbiers, Máximo Thomsen y el resto de los implicados se dirigieron al McDonald´s, cercano a la escena del delito.
Al acudir al local de comida rápida, una trabajadora del hotel donde se hospedó Báez y sus amigos, escuchó que el grupo alardeaba del hecho, manifestando placer por el crimen.
La noticia del ataque a Fernando Báez recorrió como pólvora, y la testigo, acudió a las autoridades confirmando la declaración de los rugbiers.
Para las 10:38 a. m del 18 de enero, la policía de Buenos Aires, capturó a cinco de los implicados y los trasladó a la comisaría de Villa Gesell.
Pruebas contundentes y larga espera
Los golpes fueron mortales y se confirmó el fallecimiento de Fernando Báez Sosa de 18 años.
Por otro lado, las cámaras de seguridad de los locales cercanos captaban el momento que Báez y sus amigos son abordados por los rugbiers.
De hecho, se confirmó la identidad del líder de la banda, Máximo Thomsen, quien es el máximo responsable del ataque, al ser autor material e intelectual del crimen.
Por otro lado, se logró identificar al resto de los agresores: Lucas, Luciano y Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli.
En total, fueron los implicados directos 8 de los rugbiers, mientras, tres estuvieron con ellos, pero no participaron directamente del crimen.
Por su parte, la identidad de los otros tres que no participaron en el ataque, pero sí acompañaron al grupo, son Juan Pedro Guarino, Alejo Milanesi y Tomás Colazo.
En cuanto a las pruebas de los ataques, empezaron a salir con el paso de los días, al igual que testimonios de vecinos.
Según algunos pobladores de la zona, manifestaron que los rugbiers eran muy conocidos, por protagonizar altercados y riñas.
Las semanas posteriores fueron claves, para determinar el rol de los agresores en el crimen de Báez Sosa.
Thomsen y Ciro Pertossi, fueron imputados como ‘coautores’ del crimen, mientras que el resto, se catalogaron de ‘partícipes necesarios’.
Sumado a ello, las pruebas determinaron que el homicidio no se calificó de riña, sino, de homicidio calificado.
Crimen mediático y de gran repercusión
En el curso de las investigaciones y luego de la emergencia sanitaria por el COVID-19, el caso pasó en proceso de recolección de nuevas pistas.
Algunos de los implicados, se les pasó a prisión preventiva hasta determinar con exactitud en la participación del crimen.
Para el 13 de marzo de 2020, los implicados fueron trasladados al penal de Melchor Romero hasta el cierre de las investigaciones.
Por otra parte, la familia Báez solicitó justicia al igual que los amigos de la víctima y conocidos.
Con la repercusión del crimen, el abogado y celebridad argentina, Fernando Burlando decidió tomar el caso y aplicar justicia para los asesinos de Báez Sosa.
Tras una larga espera, las pruebas dictaminaron contundencia en la participación de los ochos rugbiers y el veredicto estaba por cerrar uno de los casos de mayor impacto en Argentina.
Sentencia y condena para los responsables
El día 6 de febrero de 2023, con las pruebas contundentes y el relato de los testigos, se dio el veredicto en contra de los implicados.
Dicha sentencia se dio a la 1:00 p. m, del 6 de febrero de 2023, donde los magistrados María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari otorgaron la condena.
La sentencia arrojó la condena para los implicados y quedó de la siguiente manera:
- Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano y Ciro Pertossi: cadena perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado.
- Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi: condenados a 15 años de prisión, pro el delito de homicidio doblemente agravado de participación secundaria.
Dicha sentencia fue protagonizado por el desmayo de Thomsen ante la lectura del veredicto final.
La sentencia fue tomada como justicia, aunque, la parte acusadora, manifestó que los demás agravantes se debieron tomar como condena perpetúa al ser partícipe directos del ataque a Báez Sosa.
Consideraciones finales
El crimen de Báez Sosa generó conmoción en Argentina, además, de reacciones de diversas personalidad dentro y fuera de la nación sureña.
Tras el vil asesinato de Báez, la Unión Argentina de Rugbistas, emitió un comunicado expresando pesar por el ‘fallecimiento’, pero la población explotó de ira, debido a que la UAR no calificó en la misiva de asesinato.
Entretanto, la parte defensora de los implicados denunció a Burlando, por intimidación y apología del crimen.
A su vez, los implicados se mostraron arrepentidos en los careos previos, y Thomsen mostró pesar ante las palabras de la señora Graciela Sosa de Báez.
Tras las primeras declaraciones de la familia Báez Sosa, Burlando decidió tomar el caso ‘Ad honorem’, es decir, no recibirá compensación económica por sus honorarios.
Finalmente, la justicia argentina dictaminó y algunos de los implicados pasarán el resto de sus vidas en una celda.
Fernando Báez Sosa fue víctima de xenofobia, racismo y a pesar de la inclemencia ante sus agresores, su vida se apagó y la de un futuro profesional.
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