Las sirenas son seres híbridos de la mitología griega, que expandieron su popularidad como leyendas dentro de diversas culturas.
Según la mitología griega, las sirenas eran criaturas híbridas, con el rostro y torso de una mujer y el cuerpo de un ave o animal con aleta (similar al pez).
Por su parte, estas criaturas contaban con una melodiosa voz, que cautivaba a los marineros y los aterrorizaba con su cuerpo en forma de aleta.
En nuestra sección de Mitos y Leyendas, abordaremos sobre las sirenas, si en verdad existen o son seres fantasiosos de la cultura. ¡Acompáñanos!
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Origen de las sirenas
Según la mitología griega y romana, las sirenas son criaturas con el rostro, voz y torso de una doncella, pero con el cuerpo de un pez marino o ave.
Estas criaturas se encontraban en las profundidades del mar y habitaban en la superficie, especialmente, en rocas e islas rocosas.
Por su parte, siempre mostraban su cara y torso, que cautivaba con su belleza y delicada voz a los marineros que rondaban en esas áreas.
Sin embargo, se aterrorizaban al descubrir que poseían una cola de pez o un cuerpo de un ave, donde salían despavoridos y de allí, surgió la leyenda popular.
Los primeros relatos de estas especies marinas, se remontan en la isla de Capri, específicamente, el pueblo marino de Sorrento, cerca del Mar Mediterráneo.
No obstante, surgen confusiones acerca de las sirenas de cola de aves con la de pez, estas últimas se les denomina ‘Mermaid’, un vocablo anglosajón.
Las sirenas dentro de la mitología
Por otro lado, el origen de las sirenas se corresponde con el dios fluvial griego, Aqueloo, quien engendró a estas criaturas fantásticas.
En cuanto a su primer testimonio documentado, se relata en la obra literaria griega ‘La Odisea’, de Homero.
Sin embargo, la representación de las sirenas procede de la mitología clásica antigua, en especial, con Hades y Hermes, y las almas que quedaron atrapadas en el inframundo.
En la Odisea, Odiseo o Ulises es prevenido por Circe, sobre el encanto de las sirenas y su melodiosa voz, en el marco de su regreso a Ítaca, sale ileso del ataque de dichas criaturas.
Por su parte, algunos rasgos oscuros de las sirenas, es que estas criaturas cautivaban a sus víctimas, para luego devorárselos y abandonar sus huesos en las orillas del mar.
Pese a tales afirmaciones, no hay indicios acerca del comportamiento antropófagos de las sirenas.
Otros relatos mencionan que son doncellas que cumplen la función de iluminar a los viajeros o explorar el conocimiento.
En relación con otras creencias
Dentro de la fe cristiana, las sirenas tienen cierta similitud con los monstruos marinos, aunque, a partir del siglo IV, se erradicó dicha creencia al igual que los seres mitológicos.
En la Biblia, no se hace mención a las sirenas, pero si a los híbridos, lo cual, es una clara referencia de la descendencia de ángeles con mujeres de la Tierra.
Por su parte, en la religión, la sirena es representada bajo un simbolismo de tentación y sensualidad.
Entretanto, en las mitologías nórdicas y de los pueblos del Medio Oriente, las sirenas tienen ciertas similitudes con otros seres mitológicos, en especial, los anfibios y las rusalkas.
Con respecto a los pueblos británicos, en Gales, se denomina Murgen, lo que significa, mujer que viene del mar, y tiene un protagonismo en los relatos de Dahud, la princesa de Caer Ys.
En cuanto a Irlanda, a estas criaturas híbridas, se les llama ‘merrows’, aunque existen las variantes masculinas y femeninas, siendo estas últimas de cautiva belleza.
Otras leyendas se corresponden a la Sirenuca en Cantabria, España, la leyenda de Luarca en Asturias y las Arrainandereak (mujeres peces) en la cultura vasca.
¿Existen las sirenas?
No existen evidencias científicas que avalen la veracidad de las sirenas. Por lo tanto, es falso su existencia y solo se basa en la creencia popular o de la mitología.
Sin embargo, en diversos documentales, muestran algunos indicios que abordan sobre la existencia de las sirenas.
Uno de ellos es un documental fantasioso que generó cierta diatriba con la veracidad de las sirenas, aspecto que muchos defendieron como prueba irrefutable de realidad.
No obstante, la ciencia ha determinado que las sirenas no existen y ni siquiera se extinguieron como otras especies prehistóricas,
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