La NBA es la liga estadounidense de baloncesto profesional, allí han posado grandes luminarias y equipos, uno de ellos los Chicago Bulls comandados por Michael Jordan.
La era dorada de los Bulls se dio a mitad de los 80 y los 90, siendo un equipo compacto, liderados por Jordan, Pippen, Rodman, Kerr, Oakley, entre otras estrellas.
El imperio de los Chicago Bulls se construyó a base de estrellas, promesas y que de a poco sorprendieron a propios y extraños dentro del baloncesto.
En esta entrega, presentaremos a los Chicago Bulls de Michael Jordan y de Phil Jackson como el entrenador que catapultó el éxito de sus dirigidos en la NBA.
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Breve historia de los Chicago Bulls
Los Chicago Bulls fundado el 16 de enero de 1966, fue el tercer equipo de esa ciudad y en la actualidad es el único combinado activo en la NBA.
La andadura de los Bulls comenzó en la temporada 66-67, en su debut lograron entrar a los playoffs formando un combinado con veteranos y jóvenes promesas.
A pesar del debut y el poco tiempo, los Chicago Bulls lograron consolidarse dentro de la NBA y empezaron a competir ante potencias como los New York Knicks, LA Lakers o Boston Celtics.
Durante los 70, el equipo de Chicago logró un banderín divisional conseguido en la postemporada y quedó cerca de llegar a las finales de la NBA.
Sin embargo, a finales de los 70 y principios de los 80, las cosas no pintaron bien para los ‘toros’, pues lograron colarse a los playoffs en una sola oportunidad de 7 intentos.
Tras varias decepciones y fichajes que no dieron la talla, así como la mala suerte en los drafts, los Bulls tuvieron una luz al final del túnel en el verano de 1984.
Los Chicago Bulls de Michael Jordan
La temporada de 1984-1985, empezó con un reto para los toros, pues querían romper con la mala racha de quedar eliminados en la ronda regular.
En el draft de elegidos de 1984, los Chicago Bulls adquirieron a una joven promesa procedente de la Universidad de Carolina, un desconocido Michael Jordan.
Jordan fue elegido luego de que los Portland Blazers se decantaran por Sam Bowie, llegando a los Chicago Bulls como una joven promesa de las ligas universitarias.
Los nuevos propietarios de la franquicia en Chicago apostaron por talento joven y Michael Jordan estaba destinado a triunfar con los Bulls.
En la temporada, Jordan fue el tercer máximo anotador de la liga y además, uno de los mejores en promedio de puntos y novato del año.
Posteriormente, la temporada 1985-1986, los Chicago Bulls realizarían adquisiciones para impulsar el equipo y ser combativo como en la pasada zafra.
En dicha campaña, los Bulls lograron clasificarse de últimos en los playoffs y se verían las caras con el poderoso Boston Celtics comandados por Larry Bird.
Sin embargo, los Bulls fueron barridos por el conjunto céltico en 3 juegos y quedaron eliminados de la postemporada.
Al año siguiente, las cosas seguirían igual, pues los Bulls lograron clasificar in extremis a la postemporada y de nuevo, la suerte les deparó un cruel destino ante el mismo rival de la pasada campaña.
Los Cihicago Bulls llegarían a Competir
En la temporada 1987-1988, los Chicago Bulls llegarían reforzados con Scottie Pippen y Horace Grant, notables promesas que acompañarían a Jordan, Sellers y Oaklay.
En dicha temporada, los Bulls llegaron a las semifinales de la Conferencia Este siendo vapuleados por los Detroit Pistons. Sin embargo, Jordan obtuvo el MVP de la campaña.
La zafra 1988-1989, fue especial para Jordan que lograría conseguir el título de máximo anotador y asistiría a la primera convocatoria de All-Star Game de esa temporada.
El despido de Doug Collins fue sorpresivo y la directiva estaba impacientándose debido a que no conseguían el preciado anillo de campeón.
Para sustituir a Collins, llegó Phil Jackson, asistente técnico. No obstante, los Bulls quedarían eliminados en las semis de la Conferencia Este ante los Pistons.
La Era dorada de los Chicago Bulls y Michael Jordan
Los directivos empezaron a manejar los fichajes y draft para compactar la base que sustentó Collins y que continuó Jackson en la temporada anterior.
Los Bulls lograron ser infranqueables en la temporada regular y en los playoffs dominaron a placer logrando vencer a los Pistons y luego en la final a los Lakers de Magic Johnson.
El doble premio individual de Jordan siendo MVP de la ronda regular y las finales fue suficiente para conseguir el ansiado anillo de campeón.
La temporada 1991-1992, se repetiría la historia y los Bulls liderados por Jordan y Pippen revalidarían el título, esta vez ante los Portland Trail Blazers.
El hambre demoledor de los toros no se sació y el tricampeonato era posible, vencieron a los Phoenix Suns y Jordan de nuevo acaparó todos los premios individuales.
Los tres títulos consecutivos de los Chicago Bulls fueron icónicos, inclusive igualaron la hazaña conseguida por los Boston Celtics de la década de los 60.
La euforia de Chicago pasó a tristeza de forma sorpresiva con la noticia de que la máxima figura, Michael Jordan se alejaba de los tabloncillos.
Retiro sorpresivo de Michael Jordan
Luego de conseguir el tricampeonato y el séptimo título de mejor anotador igualando a Wilt Chamberlain, además, de los más valiosos de las finales y temporadas, Jordan dio el paso al costado.
El anuncio lo hizo público poco tiempo después del asesinato de su padre y motivo que evidenció en el retiro de Jordan.
Sin embargo, las cosas no pintaron bien para los Chicago Bulls liderados por la otra estrella Scottie Pippen.
Los astados clasificaron a los playoffs pero en la serie divisional quedaron apeados por los New York Knicks.
En la temporada siguiente, los Bulls cambiarían de sede y además, algunos de sus jugadores pertenecientes a la escuadra tricampeona fueron traspasados.
No obstante, la luz al final del túnel llegaría con el anuncio del regreso de Michael Jordan al equipo que lo vio nacer deportivamente.
Regreso de Jordan y nuevo Tricampeonato
Pese al regreso de Michael en la primera mitad de la temporada 1994-1995, los toros quedaron eliminados en la segunda ronda por los Orlando Magic de Shaquille O’Neal.
En la temporada siguiente, los Chicago Bulls tendrían en sus filas a Dennis Rodman, tan polémico como excelente jugador, proveniente de Detroit Pistons.
La plantilla de los Chicago Bulls inspiraba respeto con el regreso de Jordan al equipo sumado a Pippen, Rodman, Kukoc, Kerr, Longley, Harper, entre otros.
Por su parte, la imbatibilidad de los Chicago Bulls fue tan brutal que lograr un récord de 72 victorias por tan solo 10 reveses.
En los playoffs, los astados reinaron y en las finales vencieron en 6 encuentros a los Seattle Supersonics de Gary Payton y compañía.
El dominio parecía regresar a la escuadra de Chicago y la temporada 1996-1997 no sería la excepción.
La temporada regular fue casi igual a la anterior y en los playoffs dominaron a placer hasta llegar a la final ante Utah Jazz de Karl Malone y compañía.
El quinto título de la franquicia llegaba y el dominio de los Chicago Bulls era indiscutido tras el regreso de Michael Jordan.
La zafra siguiente el dominio de los Chicago Bulls volvió a evidenciarse y el ‘último baile’ de Jordan y de Phil Jackson catapultó la cima de la franquicia.
El rival de esa campaña para disputar las finales fueron los Utah Jazz y repitiendo la dosis pasada, los astados lograron el segundo tricampeonato.
Era post-Jordan
Tras el éxito conseguido, los directivos realizaron un movimiento que terminó de cerrar un ciclo plagado de éxitos.
Las salidas de Pippen, Rodman y Jackson fueron el detonante para que Michael Jordan oficialice el segundo retiro.
Los años siguientes fueron difíciles para la franquicia que nunca volvió a ser la misma tras la era dorada más exitosa de los Chicago Bulls.
Luego de eso Jordan regresaría del retiro por segunda vez sin el equipo de sus amores, sino en una nueva franquicia, los Washington Wizards en el año 2001.
Con los Washington Wizards siendo presidente operativo y a la vez jugador, sin embargo en el 2003 anunció su retiro definitivo del baloncesto profesional.