Uno de los grandes misterios sin resolver y que sigue repercutiendo en la actualidad es el incidente de Dyatlov o El Paso de Diátlov, un extraño caso inexplicable.
Lo que parecía una excursión cotidiana para 10 excursionistas hacia los Montes Urales en la Unión Soviética, terminó con uno de los grandes misterios de la historia.
Sin dudas, este misterio ronda en la historia y desde 1959 a la actualidad no hay ningún indicio que conlleve a la causa de la tragedia.
En nuestra sección de Misterios Sin Resolver, abordaremos el extraño incidente en el Paso de Diátlov.
Ver más: Misterios sin Resolver: La desaparición de Marcella Basteri
Leer más: Desastre de Chernóbil: Causas y Consecuencias
Previo al incidente
Un grupo de jóvenes excursionistas tenían como proyecto de la práctica de esquí en los Montes Urales, en una zona donde el clima era inclemente.
Entretanto, todos los integrantes del grupo (a excepción de uno), incluyendo el líder, eran jóvenes de edades comprendidas entre los 20 y 23 años.
El más experimentado era un veterano de la II Guerra Mundial, ingeniero militar y el instructor de la travesía, del cual era un individuo de unos 38 años de edad.
Por su parte, el grupo se reunió previamente el 23 de enero de 1959 en el poblado de Ekaterimburgo, siendo 8 hombres y 2 mujeres los integrantes de la expedición.
El líder del grupo era Ígor Diátlov de 23 años, estudiante de ingeniería de radio y ya contaba con experiencia en acampar en estos sitios.
A su vez, el grupo iba a contar con 11 miembros, pero Nikolái Popov no pudo acudir, debido a que se encontraba enfermo.
Con respecto al plan, era legar a la cima del Gorá Otorten, una imponente montaña de unos 1182 msnm, de acuerdo con un mapa de la época.
Sin embargo, lo que parecía una travesía acostumbrada terminó en un viaje sin retorno, especialmente para 9 de los 10 expedicionarios.
Rumbo a un viaje sin retorno
Dos días después de reunirse en Ekateimburgo, el grupo llegó vía terrestre a Ívdel, poblado en el norte del óblast de Sverdlovsk.
Seguidamente, los excursionistas llegaron a Vizhal, específicamente más al norte de Ívdel.
No obstante, para la buena ‘fortuna’ de Yuri Yudin, debido a una grave lumbalgia que arrastraba antes de la excursión, decidió abandonar la misión.
Por lo tanto, Yudin se quedó, mientras que el resto de los excursionistas siguieron el trayecto hacia el monte Otorten el 27 de enero.
El 31 de enero, la expedición llegó a las tierras altas del extremo norte, mientras los jóvenes documentaban a través de fotos y diarios sobre la misión.
Tras llegar a un valle donde se abastecieron de frutas, agua y otros alimentos, decidieron emprender viaje a partir del 01 de febrero.
Sin embargo, las inclemencias del clima hicieron que el grupo se asentaran en un campamento al extremo opuestos del borde de las montañas.
Pese a ello, dos de los excursionistas propusieron adentrarse hacia el otro extremo y así evitar que se vean perjudicados por el clima.
No obstante, esta decisión fue clave, ya que, se extraviaron de la ruta inicial y llegaron al extremo oeste de la ladera Jólat Siajl (montaña muerta).
Con todo en contra y sin saberlo, los excursionistas decidieron establecer el campamento al lado de la montaña Jólat Siajl, un destino totalmente fatídico.
En busca de señales de vida
Unos días después, la Universidad de los Montes Urales no recibió el telegrama de Diátlov informando sobre la misión.
A pesar de eso, era común que los telegramas se retrasaran y más en zonas inhóspitas o con poca cobertura debido al clima.
Sin embargo, los familiares de los excursionistas tenían como meta recibir noticias de ellos a más tardar el 12 de febrero, pero no había ninguna llamada o telegrama.
Con los malos augurios, los familiares obligaron al Instituto la organización de grupos de rescate para el 20 de febrero, siendo parte profesores, compañeros y voluntarios.
Sin hallar respuesta, el fiscal de Ívdel ordenó a los cuerpos de seguridad, una intensa búsqueda para encontrar a los excursionistas.
6 días después, se evidenciaron los primeros hallazgos de los excursionistas, como el campamento abandonado en la ladera del Jólat Siajl.
Al revisar en el interior del campamento, encontraron signos de desgarro en la tienda de campaña y en la mayoría había zonas cubiertas de nieve.
Sin embargo, los investigadores hallaron huellas que iban hacia una escalada o un camino que conducía a los bosques cercanos.
El extraño suceso en el Paso de Diátlov
Seguidamente, el equipo de rescate encontró los dos primeros cuerpos que correspondían a Yuri Krivoníschenko (23 años) y Yuri Doroshenko (21).
Ambos cadáveres se encontraban semidesnudos, boca arriba y descalzos, además, hubo hallazgos de lesiones abrasivas en los brazos y antebrazos.
Según el examen posterior, se reveló que las lesiones fueron producidas por la rama de los árboles del bosque abajo.
Posteriormente, el equipo de búsqueda localizó otros tres cadáveres en distancias separadas, correspondientes a Ígor Diátlov (23), Zinaída Kolmogórova (22) y Rustem Slobodin (23).
Por su parte, los hallazgos de estos eran de mejor evidencia, pues, estaban vestidos y solamente descalzos, en comparación con Krivoníschenko y Doroshenko.
Sin embargo, faltaban cuatro excursionistas y no había ningún indicio de supervivencia tras la escena dantesca.
Pasados unos dos meses, específicamente, el 04 de mayo cuando localizaron el resto de los cuerpos.
Los cadáveres se encontraban bajo cuatro metros en el interior de la nieve a un lado de un barranco.
Con respecto a los cuerpos correspondían a Lyudmila Dublínina (20), Aleksandr Kolevátov (24), Nikolái Thibeaux-Brignolles (23) y Aleksandr Zolotariov (38).
Sin embargo, estos cuatros cuerpos fueron los más brutalmente asesinados, al tener las cuencas vacías de las órbitas oculares y sin lengua.
Posibles hipótesis
Tras hallar el cuerpo de los 9 excursionistas, las investigaciones pertinentes de la autopsia revelaron detalles un poco misteriosos.
De los 9 fallecidos, 5 no tenían heridas suficientes para conllevar la muerte, pero la hipotermia fue vital para provocar el congelamiento extremo.
El resto de los cuerpos evidenciaron traumatismos en el tórax, pecho y cráneo, suficientes para provocar la muerte por tales lesiones.
Otro de los hallazgos, fue el nivel de radiactividad en algunas pertenencias de los excursionistas.
Por su parte, las conclusiones llegaron a la muerte por traumatismos y accidente de montaña.
Según el testimonio de los excursionistas, la piel de los fallecidos se encontraba con un tinte marrón oscuro o pardo.
Tras este terrible incidente, el gobierno soviético decidió cerrar el tramo y lo bautizó como el Paso Diátlov en honor al líder de la excursión.
Años después de haberse cerrado el caso del Paso Diátlov, surgieron diversas hipótesis que posiblemente condujeron a la muerte de los excursionistas.
Una de las teorías es que murieron al acceder a un sitio de pruebas nucleares, debido a los hallazgos de polvo radiactivo en las pertenencias.
Por otra parte, algunos indicios hablan sobre una ‘extraña actividad paranormal’, debido a lo inexplicable de la muerte de los excursionistas.
A su vez, algunos investigadores mencionan que esta muerte fue altamente custodiada y encubierta por altos miembros del gobierno soviético.
Posteriormente, la Fundación Diátlov propuso que se reabriera el caso y dar al conocimiento popular sobre la terrible y extraña tragedia.
En la actualidad, la teoría más firme y convincente sobre la muerte de los excursionistas se debió a una avalancha.