En algunos países del mundo, figuras públicas, en especial, mandatarios, dictadores, próceres de la independencia y líderes, han sido objeto de culto a la personalidad.
La gran mayoría de los países que poseen el culto a la personalidad de figuras que impactaron históricamente (sea negativo o positivo) a una nación, han dado mucho de que hablar dentro del curso de la historia.
Por ello, presentamos un top de 10 ejemplos de culto a la personalidad y su influencia, no solo en el país de origen, sino, en el ámbito mundial.
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¿Qué es el culto a la personalidad?
Es idolatría, seguidismo, obediencia y reverencia de un pueblo de manera obligatoria hacia un líder o personalidad política.
Dicho concepto, lo enunció el otrora líder de la Unión Soviética a mediados de los 50, Nikita Jrushov, con motivo del XX Congreso del Partido Comunista de la URSS:
“Es una elevación a dimensiones casi religiosas o sagradas de figuras de líderes carismáticos en la sociedad o la política”.
En términos generales, es una reverencia que sobrepasa los límites racionales de una figura pública, siendo en ocasiones, tildado de fanatismo y/o extremismo.
Partiendo de este concepto, abordaremos algunos ejemplos más famosos del culto a la personalidad.
Antes de comenzar, queremos enfatizar, que este post, se hace con fines educativos e informativos, no apoyamos ninguna manifestación política en favor de una ideología política. Cada quien es libre de pensar, siempre y cuando sea con el debido respeto.
Ejemplos del culto a la personalidad
1. Mao Zedong (RP China)
Abrimos este particular listado, con uno de los máximos líderes políticos mundiales del siglo XX, y artífice del comunismo en la República Popular de China.
Con la pista enunciada, nos referimos a Mao Zedong, el arquitecto de la China comunista y gobernante autoritario que comandó la fuerza militar y política en el gigante asiático por casi 30 años.
A pesar que en 1959, el poder fue delegado, Mao seguía tomando las decisiones más relevantes dentro de la política china.
Tanto así, que instauró una “Revolución Cultural’ a partir de 1966, donde las consignas, propaganda, fotos y estatuas del máximo líder chino, abarrotaron las calles, arterias viales y las casas de la China comunista.
De hecho, muchos inmigrantes chinos que se desplazaron por América y Europa, mantenían el culto a la personalidad de Mao, en sus tiendas y restaurantes.
Pese a su muerte en septiembre de 1976, China siguió con el culto a Mao, siendo parte de la vida cotidiana en el gigante asiático.
2. Ché Guevara (Cuba)
El inquilino del puesto dos, es uno de los líderes de la ‘Revolución Cubana’, quien comandó junto con Fidel Castro, la rebelión militar en contra de la dictadura de Fulgencio Batista.
A pesar de ser originario de Argentina, las convicciones y el pensamiento político de Ernesto Guevara de la Serna se afianzaron durante su viaje por Latinoamérica.
Para 1956, conoce a un exiliado Fidel Castro en México y en compañía de otros hombres, parten desde Tuxpán en tierras aztecas hasta Cuba.
Durante casi tres años, libraron una cruenta batalla en el campo y la ciudad en contra de la tiranía batistiana hasta hacerse con el poder, el 1 de enero de 1959.
Con el paso del tiempo, se crearon tensiones con Estados Unidos en plena Guerra Fría y lo demás es historia.
Ahora bien, el Ché Guevara ha sido uno de los artífices del comunismo en la nación antillana y también, en un objeto de culto.
Es común observar estatuas, souvenirs con la cara del guerrillero, frases, fotos y audios de discursos alusivos al Ché Guevara.
Luego de participar en la Revolución Cubana y prestar apoyo en algunos países de África, el Ché Guevara quiso formar una guerrilla ‘libertadora’ en Bolivia, pero fracasó.
El Ché murió siendo capturado en Bolivia, enterrado en una fosa común, hasta ser repatriado sus restos a Cuba en 1998.
Sin embargo, en la nación caribeña y en algunos países latinoamericanos, su rostro es bandera política de la izquierda internacional.
3. Hugo Chávez (Venezuela)
Otro político de izquierda hace su aparición en los ejemplos de culto a la personalidad, y es imposible obviar al expresidente venezolano Hugo Chávez.
La historia contemporánea en Venezuela es rica en acontecimientos relevantes que cambiaron el curso de la nación, siendo Chávez uno de los más responsables de tales sucesos.
Fue muy conocido durante la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, cuando lideró un grupo de militares en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Sin embargo, dicho movimiento fracasó y Chávez se entregó a las autoridades, reconociendo su responsabilidad en la revuelta.
No obstante, el cambio de gobierno con la llegada de Rafael Caldera, le permitió recibir un indulto, y rápidamente, se ganó la popularidad de la gente.
Como político ganó las elecciones presidenciales de 1998, y realizó importantes cambios constitucionales, tomando el control de los poderes e instituciones públicas.
Estando en vida, marcó un culto a su personalidad, que se acrecentó con su repentina muerte, el 5 de marzo de 2013, según versiones del gobierno.
Tras ello, frases, discursos, fotos, hasta indumentaria alusiva al presidente, han sido objetos de rendición e idolatría a Chávez.
Tanto así, que es normal observar en instituciones públicas como centros educativos, hospitales, consultorios médicos y empresas del estado, tener la cara del fallecido presidente.
4. Fidel Castro (Cuba)
Volvemos a Cuba y esta vez, con el máximo líder de la “Revolución Cubana”, Fidel Castro.
Al igual que el Ché Guevara, su figura ha sido objeto dentro del culto a la personalidad, en cualquier rincón de la nación caribeña.
Castro instauró un gobierno comunista y orientado al marxismo-leninismo en la isla, cargo que ocupó de manera initerrumpida hasta el año 2006.
Sin embargo, fue en el 2008, que ratificó en el poder a su hermano, Raúl, y el culto a la personalidad de Fidel seguía.
En noviembre de 2016, Fidel fallecía, pero en la nación caribeña, persisten de manera obligatoria todo lo relacionado con el otrora líder.
Desde 1959 hasta la actualidad (con la publicación del artículo), Cuba ha estado sumergida en una crisis y recientemente, en un acelerado movimiento migratorio sin precedentes.
5. Iosif Stalin (Unión Soviética)
Iosif Stalin fue el líder de la URSS tras la muerte del padre del comunismo y leninismo en ese gigante euroasiático, Vladimir Lenin.
Su gobierno fue represivo, sin libertades y con un control absoluto de las riquezas de la extensa nación.
A su vez, fue uno de los protagonistas durante la II Guerra Mundial y en los albores de la Guerra Fría.
De tal forma, que instauró una reverencia a su personalidad y figura a lo largo y ancho de la Unión Soviética, hasta que su sucesor Nikita Jrushov, empezó a disminuir el stalinismo soviético.
6. Vladimir Lenin (Unión Soviética)
Si hablamos anteriormente de Stalin, no podíamos dejar a un lado al orquestador del comunismo en la Unión Soviética.
El líder del movimiento popular bolchevique, Vladimir Lenin, le gustaba ser reconocido por sus ‘proezas’ y ‘victorias’.
Tanto así, era su ambición, que instauró el culto a su personalidad, compitiendo después de muerto entre su legado y el gobierno de Stalin.
Con la llegada de los nuevos líderes y el acercamiento soviético con Occidente, el culto a la personalidad de Lenin se fue apagando.
Hasta la fecha, el único territorio (con reconocimiento limitado en otras jurisdicciones) que posee una estatua de Lenin es Transnistria, entre Moldavia y Ucrania.
7. Rafael Leonidas Trujillo (República Dominicana)
No solo en el comunismo existieron líderes que rindieron honores al culto de su personalidad, también, los hubo dentro de la derecha.
Uno de estos ejemplos de culto a la personalidad, fue el dictador dominicano, Rafael Leonidas Trujillo, que gobernó por 30 años la nación caribeña.
A pesar que al inicio de su gobierno, respetó algunas libertades, rápidamente, cambió de parecer hasta forma una dictadura militar con represión y absolutismo.
Para muestra un botón, ha sido responsable de múltiples asesinatos de tinte político, en contra de disidentes y opositores a su dictadura.
Por si fuera poco, se ganó enemigos fuera de su país como en Guatemala, Costa Rica, Cuba y Venezuela.
En Venezuela, fue muy conocido el atentado contra el presidente Rómulo Betancourt, quien acusó a Trujillo de ser artífice de su intento de asesinato.
Tras gobernar con oprobio y con un culto a su personalidad obligatoria, Trujillo murió en un atentado, que puso fin a su vida, pero no a la dinastía familiar que siguió gobernando con mano de hierro en Dominicana.
8. Saparmurat Nyyazow (Turkmenistán)
Cambiamos de continente y esta vez, nos trasladamos hasta Asia, específicamente,Turkmenistán, donde haremos mención al dictador turcomano Saparmurat Nyyazow.
De ideología comunista, se mantuvo fiel a los preceptos de la Unión Soviética, siendo primero gobernador de la RSS Turkmenistán hasta el colapso soviético.
Con la independencia de Turkmenistán, Nyyazow ocupó el cargo de presidente y mantuvo su política represiva, sin libertades de ningún tipo.
Influenciado con los ideales de Lenin, orquestó el culto a la personalidad y le dio riendo suelta a su locura y sed de poder.
Tanto fue la locura de este dictador, que mandó a realizar grandes modificaciones, desde los meses del año, leyes y profundizó su figura en estatuas de oro en cada rincón de Turkmenistán.
Finalmente, Nyyazow falleció en el año 2006, dejando a un país sumado en una crisis económica y con más deudas que beneficios.
9. Adolf Hitler (Alemania Nazi)
Si bien es cierto que mencionamos a Stalin en el listado, no podíamos excluir a otro ególatra, esta vez del otro bando, siendo Adolf Hitler el protagonista de este puesto.
Hitler era un loco por el poder, genocida, autoritario y le gusta las adulaciones, además, de tener un odio irracional contra los judíos.
Desde que ocupó la alta esfera del poder en Alemania, Hitler empezó a orquestar su personalidad de culto, que se afianzó con la muerte del presidente Paul von Hindeburg en 1936.
A partir de allí, fue autoritario (aunque ya lo era antes), y ensalzó el culto a su personalidad, con alta propaganda nazi.
Desde la publicación de su obra literaria “Mi Lucha” hasta la fundación de organizaciones nazis, Hitler se enfrascó en que la nación le rindiera honores, inclusive, en las postrimerías de la II Guerra Mundial.
Con la derrota alemana a las puertas, Hitler en compañía de su antigua amante y esposa, Eva Braun, se suicida, muriendo con él, sus ideas y honores.
10. Kim IL-Sung (Corea del Norte)
Ponemos punto y final al listado de los ejemplos de culto a la personalidad, con el líder norcoreano, Kim Il-Sung.
El padre de Corea del Norte fue el artífice de la separación de la Península coreana en dos, donde gobernó con mano dura y autoritarismo.
De hecho, ordenó que se erigieran grandes monumentos en su honor, instaurando la ideología juche en el país, una variante comunista en extremo.
Cada norcoreano debía rendirle honores y transformó de manera negativa a una próspera porción de la Península Coreana en un territorio pobre y con falencias.
A pesar de su muerte en 1994, su figura sigue siendo de honor y gloria, a través de su hijo, y y luego de su nieto.
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