Una nueva entrega presentamos en nuestra sección de Casos más Sonados, recordando la Tragedia de Terrazas del Ávila, un hecho que paralizó a Venezuela, el 15 y 16 de abril de 1996.
Para ese entonces, una situación de rehenes, saldó con dos muertes y tres heridos, apenas 10 meses antes de la Tragedia de San Román.
Tales acciones fallidas hicieron que la policía venezolana se especializará en situaciones de rehenes, debido a la descoordinación a la hora de abordar las operaciones de rescate.
Para esta ocasión, presentamos la Tragedia de Terrazas del Ávila, el secuestro de las hermanas Monagas, un suceso que paralizó a Caracas en abril de 1996.
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Casos más Sonados: La Tragedia de Terrazas del Ávila
10 meses después de la Tragedia de San Román en Caracas, el país se impactó con una nueva situación similar en Terrazas del Ávila.
Lo que parecía una noche común del 15 de abril de 1996, se convirtió en una tragedia para las hermanas Magdalena y Lorena Monagas.
Secuestro de las hermanas Monagas
Las hermanas Monagas se encontraban en un gimnasio adyacente al conjunto residencial de Terrazas del Ávila, cuando al salir a las 7:30 p. m, fueron abordadas por dos delincuentes.
Por ser una zona de clase media, los delincuentes pensaron que las hermanas eran de buena posición y decidieron asaltarlas en su propio apartamento.
El plan inicial de los maleantes eran asaltarlas y llevarse todo de valor, pero cuando llegaron al apartamento, se dieron cuenta de que eran humildes.
Cuando pensaban abandonar la residencia, fueron identificados por agentes policiales que se encontraban en la zona.
De esta manera, el asalto inicial pasó a convertirse en un secuestro, donde Lorena, de 19 años, y Magdalena, de 31, fueron rehenes durante las 20 horas de angustia.
Las negociaciones
Los agentes policiales dieron parte a sus superiores sobre una situación de rehenes en uno de los apartamentos de Terrazas del Ávila.
A las 8:00 p. m, inició el secuestro y los delincuentes, mientras en simultáneo, el presidente de aquel entonces, Rafael Caldera, daba un discurso a la nación sobre las nuevas medidas económicas.
Sin embargo, la alocución del presidente Caldera quedó en un segundo plano, cuando se dio cobertura al secuestro en Terrazas del Ávila.
Los secuestradores lograron el primer contacto con la Policía Técnica Judicial (PTJ) con la finalidad de entregar a las dos hermanas, y huir del sitio sin persecución.
No obstante, la cobertura de los medios de comunicación, entorpeció en cierto modo las negociaciones entre los captores y los cuerpos de seguridad.
A su vez, los familiares de las hermanas Monagas se hicieron presente en las afueras de Terrazas del Ávila, rogando por la liberación de Lorena y Magdalena.
Con el pasar de las horas, la madre de uno de los delincuentes llamó y la conversación se interceptó por la PTJ, donde se descubrió la identidad de uno de los secuestradores.
La identidad de uno de los maleantes, correspondía a Hernán Gregorio López Ortuño ‘Hernancito’, un delincuente responsable de la muerte del pelotero grandeliga Gustavo Polidor, ocurrida un año y medio después.
Ante tal descubrimiento, los policías intentaron contactar a la madre de ‘Hernancito’, para que convenciera a su hijo de entregar a las muchachas.
Mientras eso ocurría, las negociaciones se extendieron y se llegó al 16 de abril, donde la situación parecía indetenible.
Asimismo, llegaban al sitio figuras políticas y funcionarios gubernamentales y de la Iglesia católica, para intentar mediar la situación, pero sin éxito.
Se extienden las negociaciones y la angustia
En horas de la tarde, ‘Hernancito’, decidió entregarse a la policía, liberando a una de las hermanas, en este caso a Lorena, mientras efectivos de la PTJ abordaban al maleante.
Ante tal hecho, el otro secuestrador identificado fue Julio César Castro ‘Alexis’, quien se mostraba reacio de entregar a la otra rehén, a menos que se le otorgaran sus peticiones.
Con la entrega de ‘Hernancito’ y la liberación de Lorena Monagas, Julio Castro se enfureció al considerar una traición de parte de su cómplice, y decide abrir fuego contra los presentes.
En el accionar de Castro, resultaron heridos dos policías, mientras, que otro oficial de la PTJ resultó gravemente herido al ser embestido por un vehículo policial.
Tras la respuesta violenta de Castro, no hubo más contacto con los funcionarios policiales y la situación se extendió por más tiempo de lo previsto.
Entretanto, Julio Castro volvió hacia María Magdalena y habló con ella, lográndose captar la conversación del maleante con su rehén, gracias a unos micrófonos que instaló la policía anteriormente.
En dicha conversación, Magdalena abogaba por una salida pacífica, mientras, Castro mencionaba que todo estaba perdido.
Por consiguiente, Castro toma a Magdalena como escudo humano y estuvo en dicha situación, aproximadamente, dos horas.
Trágico final
Pasado el tiempo, y sin tener noticias nuevas de la otra hermana Monagas, la PTJ decidió intervenir por la fuerza.
Para la operación, llegó un grupo comando de la DISIP y detonaron una carga explosiva en la entrada del apartamento, irrumpieron en puertas y ventanas.
Sin embargo, la operación no fue exitosa, ya que, se detonaron varios disparos en el interior del apartamento, dos de los cuales, impactaron en Magdalena.
Por su parte, el delincuente recibió cinco balazos, muriendo en el sitio, pero el resultado iba a ser desesperanzados horas después.
Los medios de comunicación mostraron el momento en que María Magdalena Monagas ingresaba hacia una ambulancia inconsciente y herida.
Las autoridades al inicio manifestaron que la situación irregular en Terrazas del Ávila, se había controlado, pero que una de las rehenes quedó herida.
Pese a las afirmaciones de las autoridades competentes, Magdalena fue trasladada de emergencia al hospital Domingo Luciani de Caracas, donde fallecería tiempo después.
Consecuencias de la Tragedia de Terrazas del Ávila
En la noche del 16 de abril de 1996, los medios de comunicación informaron sobre el deceso de María Magdalena Monagas.
La opinión pública venezolana se lamentó por este trágico suceso, en cierto modo, condenando el mal proceder de los cuerpos de seguridad.
Ante tal situación y el fallido rescate en el Urológico de San Román, la policía fue entrenada por cuerpos de seguridad de Alemania.
En 1998, sucedió una situación similar con el secuestro de Cúa, donde la PTJ logró solventar la situación de manera exitosa.
Con respecto a ‘Hernancito’, cumpliría condena hasta que se le dictó ‘régimen de confianza titulado’ en el 2015.
Posterior a la condena, ‘Hernancito’ se fugó de nuevo del retén penitenciario y volvió a su vida delictiva, ampliando su prontuario criminal.
De hecho, todo lo orquestado con los medios en el secuestro de Terrazas del Ávila, lo ideó López Ortuño, con la finalidad de generar protagonismo.
Hernán López Ortuño estuvo involucrado en otro secuestro, en el 2018, de un comerciante sirio en Caracas.
Finalmente, ‘Hernancito’ encontraría la muerte en ese mismo año, en un enfrentamiento con la policía del Municipio Libertador en Artigas.
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