Las culturas indígenas se expresan en zonas remotas del planeta, bordeando algunas porciones de los continentes, entre ellos, Oceanía. Por ende, exploraremos la vida de los aborígenes de Australia con sus costumbres.
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La vida de los aborígenes de Australia
Primeros hallazgos
El origen de los primeros habitantes de Australia, se remontan hace más de 60.000 años antes de la llegada de los británicos al territorio oceánico.
Según algunos datos históricos, existían alrededor de 900.000 habitantes en todo Oceanía.
Por su parte, los primeros hallazgos de los aborígenes australianos se especifican en la era del Pleistoceno, unos 40.000 años antes de Cristo.
Asimismo, se estiman que los primeros aborígenes nativos de Australia, eran provenientes de África y de algunas poblaciones minoritarias de la India, Papúa y Filipinas.
Sin embargo, el primer contacto entre los nativos y los conquistadores británicos, se remonta en el siglo XVII, con la llegada del explorador James Cook.
No obstante, el trato de los conquistadores con los aborígenes australianos fue prácticamente inhumano, contando con la fuerza para doblegar la voluntad de estos pobladores.
Durante la ocupación británica, se estima que al menos un 10% de los pobladores indígenas de Australia y demás territorios, fueron masacrados.
Ocupación británica
Los conquistadores británicos ocuparon la isla y los demás estrechos de Oceanía, a partir del siglo XVII.
La ocupación inglesa fue sin dudas una carnicería humana, desde la esclavitud y explotación de las tierras, además, de expropiación a favor del Imperio británico.
Por otra parte, los recursos naturales de estos territorios pasaron, según un decreto imperial de ‘terra nullius’, que significa, tierra de nadie, es decir, tomaba posesión de los exploradores y conquistadores.
Para 1788, los colonizadores empezaron con el actual territorio de Nueva Gales del Sur, quienes trasladaron a los prisioneros de otros territorios británicos de ultramar.
De hecho, se documentan que los nativos tuvieron reacciones diversas, entre la amistad y algunos, agresividad, con el paso de la convivencia con los colonos y su explotación de los recursos vitales.
Costumbres
La práctica para la preservación y aprovechamiento de los recursos se dio mucho antes de la colonización británica.
Los aborígenes australianos eran nómadas, se trasladaron dentro del territorio, en dependencia, de los factores climáticos y la temporada de las cosechas.
Se estiman, que eran ganadores, agricultores y aprovechaban la recolección y la pesca para subsistir.
Por otro lado, las diversas comunidades tribales tenían su líder y su clan, quienes se agrupaban a lo largo y ancho del territorio oceánico.
Sin embargo, la época de los conquistadores pasó factura en la vida de los aborígenes australianos, que vieron mermadas sus cosechas y recursos por los constantes saqueos de los extranjeros.
Otro aspecto que resaltó en las costumbres de los primeros habitantes australianos, es que desconocían del derecho a tierra, por su carácter nómada.
Este aspecto, condicionó en cierta medida en no poder defender a plenitud sus tierras, como sucedió con algunas civilizaciones dentro de nuestro planeta.
Resistencia de los aborígenes australianos
No solo los colonizadores fueron los principales enemigos intrusos de los habitantes, sino, además, la presencia de enfermedades que azotaron a la humanidad.
Con el traslado de prisioneros de otros territorios y los colonizadores, vinieron enfermedades en el territorio, lo que impactó en la vida de estos pobladores.
Las diversas enfermedades contagiosas mermaron en los nativos, de igual forma, las afecciones venéreas, quienes agravaron la crisis sanitaria en esos tiempos.
De hecho, la población aborigen se redujo a tal grado (un aproximado del 90%) entre finales del siglo XVIII y principios del XX, que las comunidades quedaron muy delimitadas.
Por otro lado, Australia no firmó ningún tratado con los invasores británicos, aspecto contrario, sucedió con su vecino de Nueva Zelanda.
Sin embargo, la resistencia data del primer encuentro desde 1790 hasta 1802, bajo el liderazgo de Pemulwuy, quien fue un duro oponente para los británicos.
La captura y ejecución de este líder indígena, supuso un aplacamiento en los focos rebeldes de la resistencia hasta un pacto de tregua en 1813 con el gobierno inglés.
Un dato estremecedor, fue la aniquilación casi total de los pobladores nativos de Tasmania, quienes fueron masacrados en la ‘Guerra Negra’.
La última superviviente de este genocidio indígena, fue Truganini, quien falleció en 1876, extinguiéndose esta raza aborigen.
Con el paso del tiempo, siguieron los conflictos hasta entrado el siglo XX, inclusive, se dio otro conato de violencia: la Masacre de Coniston en 1928.
Integración con la sociedad actual
Las constantes guerras y masacres, redujo considerablemente a la población, quedando aproximadamente unos 50.000 pobladores indígenas.
A partir de 1930, la tasa de natalidad aborigen volvió a subir y la cifra llegó a unos 90.000 pobladores indígenas en Australia.
La integración no fue para nada un camino de rosas, luego de la colonización, los aborígenes seguían siendo considerados ‘no personas’ y ni tenían derechos.
A partir de 1915, se les concedió derecho a las votaciones, pero en algunos territorios, en otros, no.
Por su parte, las relaciones con los británicos seguían su curso violento, hasta la tregua firmada en la década de los 30.
Con el paso de la II Guerra Mundial, los aborígenes fueron obligados a servir en el ejército australiano, y los que llegaban con vida, se les asignó la nacionalidad.
Posteriormente, en la década de los 50 y 60, los aborígenes tuvieron más derechos ampliados y amparada en la Constitución de Australia.
Inclusive, en las votaciones de 1967, la mayoría (90.7% de los votos), votó a favor de la integración y ampliación de los derechos de los aborígenes australianos.
De igual forma, las reivindicaciones sociales se integraron en los indígenas, como derecho a la educación, salud gratuita y seguridad alimentaria.
En la década de los 90, la Corte Suprema de Australia, consideró nulo el título de ‘Terra Nullius’, y los pobladores del estrecho de Torres, recuperaron sus tierras, luego de 400 años.
Para el siglo XXI, las condiciones sanitarias a lo que son sujetos los aborígenes australianos no son las más idóneas, al igual que la pobreza extrema y su calidad de vida.
En el año 2013, la comunidad Murrawarri declaró su independencia, aunque, no ha sido reconocido por el gobierno australiano.
Asentamientos de aborígenes australianos
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