Adéntrate a descubrir la historia del perfume, donde abordaremos el origen, contexto histórico y la evolución de la fragancia exótica que engalana a las civilizaciones.
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Historia del perfume
Origen
El perfume es un arte aromática que se remonta desde hace milenios y que ha trascendido desde las civilizaciones muy remotas.
La primera evidencia histórica se muestra durante la Edad de Piedra, específicamente, en el periodo neolítico, donde los primeros habitantes desarrollaron ciertas especies aromáticas.
Para ello, emplearon especies de ramas y hojas machacadas para ahuyentar a los insectos y llamar la atención de las presas, con ello, podían alimentarse los primeros pobladores.
De hecho, el primer aroma que se describe en el Papiro de Ebers es el ‘incienso’, que se obtenía de quemar una planta y de allí, expedía un olor agradable.
Con el paso del tiempo, las civilizaciones emplearon las especies aromáticas para ritos religiosos, ceremonias y bodas, además, los chamanes lo empleaban en sus rezos.
Evolución del perfume en las civilizaciones antiguas
Posteriormente, en unos 5000 años a. C, se emplearon el incienso y otras fragancias como método de adoración a los diversos dioses del Antiguo Egipto.
En el Antiguo Egipto, se inventaron las bolas de resina como un método para ahuyentar los malos espíritus y traer la prosperidad en los graneros.
A su vez, estos aromas adornaban las ciudadelas, en especial, Luxor, donde se evidenciaron el uso del perfume para fines ceremoniales.
En Oriente, el incienso rápidamente se comercializó hasta llegar a otras poblaciones antiguas como Chipre, Grecia y Mesopotamia.
Por otra parte, los relatos de la Biblia mencionan sobre el perfume y los aromas, como una fragancia agradable dentro del cristianismo.
En Arabia, se inventaron nuevas fuentes aromáticas como la mirra, azafrán, caña, acanto y se perfeccionó en el arte de la perfumería.
Por tal motivo, los comercios se dedicaron en gran parte a la obtención de materiales aromáticos para ornamento, ritos y la belleza.
Por su lado, en la India, se obtienen registros de aceites y semillas de plantas, con lo cual, se crearon lociones, ungüentos y cremas aromáticas para el cuerpo.
El perfume en las civilizaciones chinas y niponas
En China y Japón, la historia del perfume tiene un arraigo cultural comprobado y se daba más en ceremonias religiosas que en el mismo ornamento del cuerpo.
Para las dinastías Xia, Shang y Zhou, se emplearon sándalo, canela y otras hierbas aromáticas con la finalidad de rendir culto religioso.
De hecho, en el siglo VI, los monjes budistas de la Península de Corea, se untaban cremas y el incienso a la hora de rezar a Buda.
Por otra parte, las cortes imperiales además de los monjes budistas, solo estaban autorizados para el uso de perfumes que luego perduró a las demás clases sociales.
La historia del perfume en Grecia y Roma
En la Antigua Grecia, los pobladores quemaban ramas y otras sustancias aromáticas y de allí, elaboraban el incienso para fines religiosos.
No obstante, Hipócrates explica en una de sus crónicas, que el uso de aceites aromáticos se empleó para tratar dolencias y enfermedades.
A partir de allí, los griegos tomaron el aceite medicinal como los primeros ungüentos para las lesiones musculares y articulares en los antiguos gladiadores y deportistas.
Rápidamente, la fama de las sustancias aromáticas se trasladó a las demás polis helenas hasta llegar al Imperio romano.
En Roma, se crearon los envases de vidrios para colocar las recetas aromáticas que habían sido traídas por los helenos.
Asimismo, el libro Naturalis Historia de Plinio el Viejo, evidencia los métodos que los romanos emplearon para la fabricación de sustancias aromáticas y medicinales.
Evolución del perfume
Con el paso de las conquistas y la expansión de los demás imperios, las costumbres viajaron hacia otros territorios.
Durante los comienzos del Islam, las sustancias aromáticas no solo para ritos y tratamientos medicinales, sino, además, de respeto y pulcritud.
Dentro de la cultura islámica, el perfume se registró a partir del siglo VI, llegando a ser un decreto del profeta Mahoma.
En los siglos XIV y XV, la influencia árabe arropó al Viejo Continente y con ello, las costumbres y métodos aromáticos.
En el Mediterráneo y manteniendo las costumbres del Imperio romano, Italia profundizó en el uso de la perfumería como arte dentro de la belleza de la mujer.
De hecho, las monarquías europeas se establecieron y con ello, adoptaron muchas costumbres de Oriente, entre ellos, el empleo del perfume.
Con el colonialismo africano y en las Américas, en especial, los franceses, el perfume tuvo otras variantes como el ‘eau de cologne’ o ‘colonia’.
El advenimiento del siglo XX, trajo un impacto esperado dentro de la historia del perfume, como sinónimo de elegancia tanto en la mujer como el hombre.
Por si fuera poco, la industrialización expandió estas fragancias, siendo un accesorio comercial que resalta la belleza y elegancia en todos los sentidos.
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