Hace 40 años, ocurrió uno de los sucesos más misteriosos y aterradores en los Estados Unidos, para ser más específico, en la zona metropolitana de Chicago, cuando personas murieron de manera sigilosa al consumir el medicamento Acetaminofen. De allí, surge el misterio de los asesinatos de Tylenol.
A 40 años de este terrible suceso, nadie ha dado con la pista certera del perpertrador, y se desconoce en la actualidad, quién cometió este atroz crimen.
En nuestro segmento de Misterios Sin Resolver, abordaremos el caso de los asesinatos de Tylenol de 1982. ¡Te invitamos a detallar sobre este espantoso crimen sin sentencia!
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Los asesinatos de Tylenol de 1982
¿Qué es el Tylenol?
Es un fármaco compuesto por una sustancia genérica llamada acetaminofen, cuya presentación comercial viene con el nombre ‘Tylenol’ y en tabletas de 500 milígramos.
El mecanismo de acción de tylenol es similar al de su componente genérico ‘acetaminofen’, ya que, alivia el dolor y regula la temperatura corporal, controlando la fiebre (antipirético).
Por otro lado, este medicamento se originó en 1955, gracias a la compañía estadounidense McNeil Laboratories, cuya presentación en primera instancia fue de jarabe infantil.
Con el pasar del tiempo, se lanzaron al mercado las presentaciones de tabletas y supositorios, este último ya en desuso con la llegada del diclofenaco sódico y potásico.
Primeros incidentes
El primer caso de los asesinatos de Tylenol, ocurrió el 29 de septiembre de 1982, cuando Mary Kellerman de 12 años, ingirió por una gripe, el medicamento.
Dos horas después de haber ingerido el medicamento, la niña se descompensó y sus padres intentaron despertarla, falleciendo de camino al hospital.
Ese mismo día, otro caso similar se presentó en Arlington Heights, cuando un hombre de 27 años, llamado Adam Janus, falleció en el hospital, tras ingerir dos pastillas de tylenol de 500 mg.
Lo peor estaba por ocurrir en casa de Janus, cuando su hermano y su cuñada, debido a la impresión, sufrieron de una migraña y tomaron tylenol de Adam.
Para sorpresa extraña de la misma familia, tanto Stanley Janus y su esposa, murieron ‘circunstancialmente, el primero el mismo día y Theresa, dos días después.
Muertes en extrañas circunstancias y un factor común
La semana después de reportarse la primera víctima del Tylenol, una mujer de 32 años, de nombre Mary McFarland, murió de extrañas circunstancias.
Según los familiares de la mujer, Mary había ingerido el Tylenol para curar un dolor de cabeza y horas después, la encontraron sin vida en su habitación.
Del mismo modo, otros dos casos alertaron a la comunidad, cuando dos mujeres de 35 y 27 años, respectivamente, murieron al ingerir Tylenol.
Al mostrarse los casos en menos de una semana de diferencia, la policía de Chicago alertó sobre un denominador común en las muertes, haber ingerido Tylenol.
Luego de comprobarse la teoría, el estado de Illinois, ordenó la suspensión en el mercado del Tylenol, en cualquiera de sus presentaciones, mientras la policía investigaba las muestras de las víctimas.
Las pruebas toxicológicas determinaron que las pastillas de Tylenol contenían cianuro y se alertó a todas las farmacias del estado para evitar la proliferación de nuevas muertes.
Nuevas pistas sin respuestas
Rápidamente, la policía investigó sobre algunos posibles sospechosos, alertando a los demás estados cercanos por la toxicidad del medicamento.
Sin embargo, la sorpresa fue que solo las muertes se reportaron en Illinois y no en otros estados del país norteamericano.
Con esta nueva pista, se descartó que el asesino fuese trabajador de Tylenol y surgió otra teoría.
Debido a que las víctimas, solo ocurrieron en el área metropolitana de Chicago, tal vez, el asesino compró algunos de las muestras y colocó el potencial veneno.
Posterior a ese proceso, el asesino volvió a colocar en el estante, las muestras adulteradas del compuesto.
En ese tiempo, era fácil la obtención del medicamento, ya que, no era necesaria una receta médica para obtenerlas y se vendían a libre demanda.
Al dar parte con las autoridades, era evidente que los medios de comunicación en el país, sobre todo, en Chicago, expandieran la noticia.
Por lo tanto, la policía siguió indagando y se encontraron nuevos frascos adulterados en hogares y en otras farmacias.
Pese a las pistas recabadas, el asesino seguía sin ser identificado y la población de esa área se encontraba en pánico.
Johnson & Johnson se pronunció en el caso Tylenol
La compañía Johnson & Johnson emitió un comunicado en octubre de 1982, ya conociéndose los asesinatos, dando tranquilidad a la población y lamentando los decesos.
Por otro lado, la producción y publicidad del fármaco se paralizó desde el 5 de octubre de 1982 en todo el territorio estadounidense.
De igual forma, la empresa farmacéutica, recomendó a la población dejar de consumir productos momentáneamente con Paracetamol y cambió la presentación en tabletas por los comprimidos.
Asimismo, la compañía con los sucesos de Tylenol en 1982, fomentó el control de calidad, el etiquetado y el envoltorio hermético para evitar la violación de los productos en las farmacias.
A su vez, se empleó la receta o preescripción médica para el uso de Tylenol y de otros medicamentos de venta libre.
Los asesinatos de Tylenol siguen sin resolverse
Pese a dar con algunos nombres y otros que reconocieron el crimen, pero su comprobación era falsa, los crímenes de Tylenol siguen sin resolverse.
De hecho, la lista de sospechosos era extensa, pero las investigaciones hicieron reducir el número de criminales hasta quedar nulo.
En 2011, el FBI recolectó algunas muestras de ADN del asesino serial Ted Kaczynski, apodado ‘Unabomber’, aunque, el criminal negó su participación en los crimenes de 1982.
Según el FBI, Kaczynski vivió en un suburbio de Chicago con sus padres, y sus antecedentes penales, dio pistas de su índice delictivo en esa ciudad entre 1978 y 1980.
Pese a ello, Kaczynski negó algún nexo y las huellas no coincidían con las tomadas en las muestras del Tylenol adulterado.
Entretanto, surgieron otros eventos similares a lo del Tylenol en 1982, como los envenanenamientos por Excedrin en 1986 y la del estudiante Kenneth Faries, este último confirmandose como suicidio.
En la actualidad, el caso sigue abierto, pero las pistas se hacen lejanas, siendo un misterio sin resolver.
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