La política exterior venezolana ha tenido diversos episodios a lo largo y ancho de su historia, desde gratos hasta memorables en lo negativo. Por ello, nos enfocaremos en esta última palabra, en especial, en un episodio particular, que fue el ataque a Richard Nixon en Venezuela durante la década de los 50.
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¿Quién era Richard Nixon?
Debemos conocer un poco sobre el protagonista de este hecho bochornoso que manchó en cierto modo la política exterior venezolana en 1958.
Richard Nixon fue un militar, político y miembro del Partido Republicano, además, de ocupar cargos de relevancia como senador y vicepresidente estadounidense entre 1953 hasta 1961.
Posteriormente, ocupó el cargo de presidente de Estados Unidos en dos períodos, en 1968 y 1972.
Sin embargo, Nixon fue muy conocido por polémicas y decisiones escandalosas, que derivaron en el connotado caso Watergate.
En pleno escándalo, Nixon sin escapatorias y con pruebas contundentes en su contra, decidió dimitir y entregó su cargo en 1974.
Watergate se conoce como el mayor escándalo político en Estados Unidos, y muchos coinciden que puso fin a la carrera política de Nixon.
Tras el escándalo y la renuncia, Nixon se retiró de la vida pública, inclusive, de su profesión como abogado, siendo excluido de su carrera.
En 1978, lanzó un libro alusivo a sus memorias y en 1986, publicó su obra ‘No más Vietnam’.
Finalmente, murió el 18 de abril de 1994, tras sufrir de un derrame cerebral, a la edad de 81 años.
Su cuerpo se encuentra con la de su esposa Pat Nixon (quien murió un año antes en 1993) en su rancho en Yorba Linda, California.
Ataque a Richard Nixon en Venezuela
Contexto histórico
Corría el año 1958, y Venezuela vivía una época convulsa marcando entre la transición de la dictadura de Pérez Jiménez hasta la llegada de la Junta Militar.
La caída del dictador se dio el 23 de enero de 1958 y rápidamente, una Junta Militar se instauró en el poder, encabezado por Wolfgang Larrazabal.
Con la transición hacia la democracia marcando camino, Estados Unidos tuvo lazos de acercamiento con el nuevo gobierno provisional.
El presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower mandó una representación a una gira latinoamericana, donde iba el entonces vicepresidente, Richard Nixon.
La gira inició el 28 de abril de 1958, en Montevideo, Uruguay, siendo recibido por el presidente de la nación, Luis Battle Berres.
Sin embargo, hubo protestas pacíficas en contra de la visita del representante del gobierno estadounidense, pero no llegó a mayores consecuencias.
Posteriormente, se embarcó a la Argentina, para asistir a la toma de posesión del presidente electo Arturo Frondizi.
En su visita de cuatro días en la nación suramericana, tuvo encuentros con diversos grupos estudiantiles y sindicales, pero también hubo protestas con miembros opositores a Frondizi y del peronismo.
La siguiente parada fue en Perú, donde las cosas se pusieron un poco tensas, en especial, cuando Nixon se encontró con estudiantes en el Monumento a Lincoln en Lima.
Un grupo de estudiantes que no estaban de acuerdo con la visita del funcionario estadounidense, arremetieron con el resto de los demás grupos, atacando a uno de los guardias de seguridad de Nixon.
Tras este incidente, Nixon llegó a Quito y la recepción fue un poco mejor a las anteriores.
Luego se dirigió a Bogotá, Colombia, donde una multitudinaria recepción lo acompañó en el tiempo que estuvo en la capital colombiana.
Ahora bien, su última parada de la gira sudamericana, fue Venezuela, quien recientemente estaba bajo un nuevo mandato.
Recibimiento hostil en Venezuela
Tras partir de Colombia, Nixon tenía pautada una visita a Venezuela, encontrándose con el líder de la Junta Militar de Gobierno, Wolfgang Larrazabal.
Larrazabal tenía intenciones de lanzarse como candidato presidencial, y contaba con el apoyo de partidos de tendencia izquierdistas como el Partido Comunista de Venezuela (PCV).
A su vez, el exilio de Pérez Jiménez fue del visto bueno para Estados Unidos, quien le ofreció su estadía, peoe, el dictador se decantó por República Dominicana.
Por si fuera poco, Eisenhower le había otorgado una condecoración ‘Legión al Mérito’ al otrora dictador, hecho que nunca olvidó opositores al régimen perezjimenista.
Tras el contexto político que vivía Venezuela, el director de la CIA en Venezuela, instó a Nixon que suspendiera el viaje a Caracas.
De hecho, antes de llegar Nixon, hubo caravana de adeptos al PCV y de organizaciones políticas de izquierda que rechazaban la visita.
La llegada de Nixon a Venezuela, se dio el 13 de mayo de 1958, donde un grupo de manifestantes interrumpieron los actos protocolares de bienvenida.
Por si fuera poco, Nixon tenía pautado hacer una ofrenda a la tumba del Libertador Simón Bolívar en el Panteón Nacional, pero una turba evitó que el delegado llegará a ese punto.
Ataque hacia la caravana de Nixon
Los servicios de inteligencia en Venezuela, sabían del ataque en las adyacencias del Panteón Nacional y le recomendaron a Nixon seguir a la Embajada.
Otra recomendación fue que los Nixon viajaran en vehículos cerrados y blindados, y no en convertibles, como lo venían realizando en la gira.
Nixon y su esposa viajaron en vehículos blindados y esa decisión, fue determinante para salvar sus vidas ante la arremetida de la turba.
Era la mañana y el tráfico evitó la rapidez de la caravana, lo que hizo que algunos manifestantes se dieran cuenta de la ubicación de Nixon.
Por ende, empezaron arrojar piedras, objetos contundentes y algunos se apersonaron al vehículo con improperios y puños en las ventanas.
En cuanto a los cuerpos de seguridad de la nación, no intervino para despejar a los atacantes y luego se armaron suspicacias por una posible colaboración entre el gobierno venezolano y opositores.
Entretanto, Jack Sherwood, encargado de la seguridad presidencial, emitió una alerta sobre el ataque al vicepresidente Nixon y su esposa.
Tal alerta se procedió de una orden explícita, de ser necesario, si la seguridad de Nixon peligraba, debían disparar a la multitud.
Nixon posteriormente cuenta, que el canciller venezolano Óscar García Velutini, se mostró histérico dentro del vehículo, repitiendo en varias ocasiones estas palabras “esto es terrible”.
La policía aliados de los comunistas
El ataque persistió por minutos, y se cuenta que la secretaria de Nixon, recibió heridas, debido a los fragmentos de los vidrios que estallaron por los impactos de golpes y piedras.
Pese al ataque, Nixon y su comitiva siguieron con la ayuda del ejército venezolano y la maniobra del cuerpo de seguridad estadounidense.
Nixon llegaría a la Embajada de Estados Unidos y en la sede diplomática, se erigió un fortín para evitar que los atacantes llegaran al sitio.
Inmediatamente, el alto mando militar y la Junta de Gobierno se encontró con Nixon en la sede diplomática, almorzaron y se disculparon ante el ataque.
Al día siguiente, portavoces de grupos sindicales en Venezuela, negaron su participación en los hechos y manifestaron su preocupación por Nixon.
Según el mismo Nixon, Velutini explicó que la policía no actuó en contra de los comunistas, porque sin la ayuda del PCV, la dictadura no hubiese sido derrocada.
Respuesta inmediata de Estados Unidos
Al enterarse del ataque a los Nixon, el almirante Arleigh Burke, ordenó la movilización de división de infantería de Marina y algunas tropas ubicadas en Puerto Rico, rumbo a Venezuela.
El ataque estaba siendo catalogado de amenaza y de un posible conflicto bélico, por parte de las autoridades de Estados Unidos.
La operación se llamó “Pobre Richard” y tenía la misión de atacar a La Guaira en caso de que la orden sea respaldada por Eisenhower.
Sin embargo, otras fuente mencionaron que la movilización marítima, era para sacar ileso al presidente y cooperar con el ejército venezolano en apaciguar a los comunistas.
Según relatos de autoridades cercanas a Eisenhower, el mandatario se molestó por el ataque a Nixon, y dijo que tenía ganas de ponerse el uniforme para atacar a Venezuela.
Entretanto, el gobierno venezolano ante la amenaza latente de una posible invasión, prometió a Nixon que su salida al aeropuerto sería resguardada.
Tras el ataque, la visita de Nixon se hizo corta y se cancelaron varios encuentros con estudiantes y sindicatos.
De hecho, Nixon partió la mañana siguiente después del ataque, y tomó la misma ruta, donde se pudo observar una fuerte custodia y las calles vacías.
Recibimiento de Nixon en Estados Unidos
Nixon partió de Caracas rumbo a los Estados Unidos, y fue recibido con los más altos vítores en Washington D. C.
Una multitud de 100.000 personas se apostaron en la ruta hacia la Casa Blanca, donde se entrevistó con el presidente Eisenhower.
La prensa estadounidense alabó la actuación de Nixon que nunca perdió los estribos y mantuvo la calma pese el ataque.
Consecuencias
El ataque a Nixón en Venezuela trajo diversas consecuencias, sobre todo en la política venezolana.
Según politólogos de la época, la actuación de Larrazabal en torno a la situación, le costó su victoria en las elecciones presidenciales de 1958.
Larrazabal nunca condenó los hechos violentos hacia Nixon y manifestó en plena campaña, que si hubiese sido estudiante, habría hecho lo mismo.
De igual forma, el apoyo del PCV le pasó factura y se catalogó a la tolda política como una organización violenta y el tiempo dictó la razón.
Por otro lado, los candidatos presidenciales condenaron el hecho, entre ellos, Rómulo Betancourt, quien resultó vencedor en los comicios.
Betancourt se comprometió a atacar a la violencia partidista y fue uno de los precursores de la persecución en contra de adeptos al PCV.
En 1961, el presidente John F. Kennedy, realizaría una visita a Venezuela, pero esta vez el gobierno junto con los cuerpos de seguridad evitaron otra desgracia más.
De hecho, Betancourt ordenó que la carretera estuviese cerrada un día antes y mandó detenciones preventivas en contra de líderes de izquierda y comunistas.
Finalmente, el hecho se catalogó como el “peor ataque a una figura política estadounidense en suelo extranjero de la historia’.
En cuanto a Nixon, la historia es conocida, desempeñó su cargo como vicepresidente hasta 1961.
Dos años después del ataque, lanzó su candidatura presidencial, perdiendo las elecciones con el candidato del Partido Demócrata, John F. Kennedy.
Para 1967, se lanzó como candidato presidencial, obteniendo el triunfo en 1968, venciendo al demócrata Hubert Humphrey.
Tras un éxito primer mandato, buscó la reelección en las elecciones de 1972, logrando un triunfo sobre el demócrata George McGovern.
Finalmente, Nixon fue objeto del popular escándalo Watergate en 1972, renunciando a la presidencia dos años después, hasta morir en 1994 a la edad de 81 años.
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