Pierre de Coubertin
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Biografía de Pierre de Coubertin

Los Juegos Olímpicos modernos partieron de la idea principal de Pierre de Coubertin, un pedagogo e historiador francés que puso en marcha el advenimiento de la deportividad.

Coubertin impulsó la recuperación de los Juegos Olímpicos antiguos derivados de la Antigua Grecia y trasladarlos a una época más actual en el siglo XIX.

Por ello, empleó el deporte como un método para hallar la paz en un mundo que históricamente ha sido golpeado en innumerables conflictos.

Asimismo, propuso el movimiento olímpico, viajando hacia algunas partes del mundo, donde recibió apoyo y en algunas ocasiones oposición a tal idea.

Sin embargo, con motivo del Congreso Internacional de Educación Física de la Universidad de la Sorbona, París, la idea de Coubertin surtió efecto.

Con todo lo anterior, haremos un viaje a la historia y específicamente, a la biografía de Pierre de Coubertin, el precursor del olimpismo moderno.

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Biografía de Pierre de Coubertin

Juventud

Pierre Fredy de Coubertin nació el 01 de enero de 1863 en París, Francia, hijo de Charles Louis de Frédy, Baron de Coubertin y Marie Marcelle Gigault de Crisenoy.

Fue criado en París, en una familia de abolengo, su padre fue un prestigioso militar, siendo el primer Barón de Coubertin.

Con el paso del tiempo, Pierre tenía un sumo interés por la docencia y la pedagogía, un aspecto netamente diferente de su padre.

El Barón de Coubertin deseaba la carrera militar y continuar con el legado familiar de soldados en su hijo, Pierre, pero el joven desistió de la idea.

Posteriormente, al abandonar la Escuela Especial Militar de Saint-Cyr, Pierre se traslada a Londres, Inglaterra, para realizar los estudios de pedagogía e historia.

Allí, coincidió con el pastor anglicano, Thomas Arnold, que le inculcó los valores cristianos y nutre las perspectivas de Pierre.

Seguidamente, regresa a Francia para iniciar la segunda carrera profesional, historia, en la Escuela Libre de Ciencias Políticas de la capital francesa.

Divulgación del Movimiento Olímpico

Pierre de Coubertin

En Francia, fundamentó las ideas del deporte como método de alcanzar la paz en los confines del planeta y por ello, crea las sociedades atléticas.

Estas propuestas surgen con la idea de incluir el deporte en la Exposición Universal de 1889.

Asimismo, Pierre de Coubertin exploró métodos pedagógicos con la educación física, creando la revista Revue Athlétique e impulsar las ideas deportivas y atléticas.

Posteriormente, fue invitado por el ministro de educación francés a los Estados Unidos, donde perfeccionó la metodología e impulsó las ideas competitivas del deporte.

Tras una visita exitosa a la Unión Americana, Pierre regresa a Francia con la idea de crear el Movimiento Olímpico y reunir a los diferentes atletas del mundo.

Partiendo de la premisa pacifica, Coubertin empezó a viajar por el mundo para explicar las bases del Movimiento Olímpico.

Sin embargo, el camino fue tortuoso y muchos países como Alemania, Reino Unido y algunos sectores de la sociedad civil en Francia les pareció absurda la propuesta.

Pese a ello, Coubertin siguió expandiendo la idea central hasta acudir a la Sesión del Congreso de Educación Física en 1894 en Sorbona, Francia.

Con la mayoría convencidos de la idea de Coubertin, se establece en dicho congreso a fecha del 26 de junio de 1894, la institución de los Juegos Olímpicos Modernos.

Coubertin y los Juegos Olímpicos

Pierre de Coubertin
Imagen: ABC.

No obstante, la instauración de los Juegos Olímpicos de Coubertin no tuvo la aceptación inicial esperada y se debía al gasto económico que albergaba esta competición.

Desde traslados a países, manutención por parte del país anfitrión y largas distancias, eran los motivos para que la idea de Coubertin tuviese detractores.

Sin embargo, Coubertin se entrevistó con el duque de Esparta para que convenciera al emperador alemán Guillermo II y este lograra convencer a los monarcas del Reino Unido.

Con todo el Movimiento Olímpico en marcha, las respuestas no se hicieron esperar, y tras largas negociaciones, se da pie para la realización de los JJ. OO.

A su vez, el impulso del olimpismo también tuvo un aliado incondicional en Coubertin y fue el magnate griego, Jorge Averof, que donó una gran cantidad de dinero.

Finalmente, el 24 de marzo de 1896, Atenas, cuna del olimpismo antiguo, es la sede de la I edición de los JJ. OO modernos, siendo inaugurados por Jorge de Grecia.

El éxito de los JJ. OO

La realización de los JJ. OO Atenas 1896 fue un rotundo éxito, pese a la negativa de asistir de algunos países.

Con la renuncia de Demetrios Vikelas como el primer presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Pierre de Coubertin, asume el cargo.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos se vieron amenazados por las ferias mundiales en San Luis y París en 1900 y 1904.

A pesar de estos inconvenientes, Coubertin ideó los Juegos Intercalados para evitar futuros choques con las ferias mundiales y restituir el espíritu olímpico y el interés.

Mientras tanto, las ideas de Coubertin en las posteriores ediciones se hicieron notar con la inclusión del Pentatlón en 1912.

A su vez, Pierre de Coubertin estuvo en el ojo del huracán con la exclusión de deportistas profesionales y también, manifestó oposición a la participación de las mujeres.

En una de las sesiones consideró “La participación femenina en deportes es antiestética, poco práctica, irrelevante e incorrecta”.

Argumentando, además “Las mujeres sólo tienen un trabajo en el deporte y es coronar a los campeones con guirnaldas”.

Con todo ello, participaron mujeres a partir de los JJOO de Amberes 1920 y París 1924, siendo estos últimos, lo que terminó de cerrar el ciclo de Coubertin.

Legado de Pierre Coubertin

Medalla conmemorativa de Pierre de Coubertin. Imagen: BBC.

Tras renunciar a la presidencia del COI en 1924, fue relevado al año siguiente, el belga Henri de Baillet-Latour como máxima autoridad del olimpismo moderno.

Pese a renunciar a la presidencia del COI, siguió supervisando las reuniones y asistiendo a los actos y elecciones de sedes.

Posteriormente, se retiraría del ámbito deportivo en 1932, donde se alejaría de los constantes viajes y se mudaría finalmente a Ginebra, Suiza.

Seguidamente, Coubertin falleció el 02 de septiembre de 1937 en su residencia en Ginebra, producto de un ataque cardiaco a la edad de 74 años.

Tras la muerte de Pierre de Coubertin, el olimpismo siguió el legado del Barón, como la Medalla homónima, premio para los atletas que demuestren el espíritu olímpico.

A su vez, algunas ciudades anfitrionas de JJ. OO, en el caso de Montreal (edición de 1976), bautizó a la calle donde está el Estadio Olímpico como Pierre de Coubertin.

Entre las frases más célebres de Coubertin están “Citius, Altius, Fortius” (más rápido, más alto y más fuerte).

Por muchos años, la frase “lo importante no es vencer, sino participar” se le ha atribuido de forma errónea a Coubertin, pero quien la dijo fue Ethelbert Talbot.

Samuel García

CEO de Dossier Interactivo

Esposo de una excelente mujer (Marines) y padre de tres y redactor SEO de Dossier Interactivo.

Médico de profesión y amantes de los cómics, videojuegos, libros y del fútbol.

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