Año 1973, Venezuela amanecería con las portadas de los periódicos del país con una noticia que dejó a los venezolanos asombrados por una terrible tragedia, se había encontrado el cuerpo de un adolescente de 13 años, que estaba secuestrado unos días antes de su deceso, y el caso había conmocionado al país, se trataba de Carlos Vegas Pérez.
Dicho crimen fue tema de la opinión pública del momento, y más, por la corrupción, influencias y los sospechosos que rodeaban a este connotado suceso.
En nuestro segmento de “Casos más Sonados”, abordaremos a uno de los crímenes que dejó a toda una nación en shock. Con esto, nos referimos al caso de Vegas Pérez.
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¿Quién era Carlos Vegas Pérez?
Carlos Vicente Vegas Pérez nació en Caracas en el año 1959, hijo de Trina Pérez Machado y Martín Vegas Pacheco.
Su padre era un prestigioso académico de la facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela de la ciudad de Caracas.
De hecho, el señor Martín Vegas, era un arquitecto de mayor prestigio en el país, siendo, uno de los que estuvo a cargo de la modernización de la Venezuela durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en los años 50.
Por otro lado, Carlos, estudiaba en uno de los colegios más prestigiosos del este capitalino, ya que su familia era de la clase media.
Según testimonios de aquella época, Carlitos como se le apodaba, era un muchacho sano, estudioso y sin vicios o problemas conductuales.
Al momento de su secuestro, tenía 13 años y se encontraba cerca del sector residencial donde vivía, presuntamente, para encontrarse con unos amigos.
Otras versiones, dicen que fue visto por última vez en el sector “Lomas del Mirador”, donde se dirigía hacia su casa, cuando un vehículo se le acercó para darle la cola (aventón) hacia su residencia.
Un viaje sin retorno
La última vez que se vio con vida a Carlos Vegas Pérez, fue el 22 de febrero de 1973.
Al notar su familia que el chico se había tardado más de lo normal, y al preguntar al resto de sus familiares, si lo habían visto y sin respuestas, deciden dar parte a las autoridades.
El día 23 de febrero, la familia fue contactada por los secuestradores, quienes, eran jóvenes, según lo confirmado por el señor Martín Vegas.
Asimismo, los secuestradores dieron un plazo de 72 horas para que los familiares reunieran y les entregarán una suma que poco se rebeló.
Para el día 26 de febrero, el padre Martín Vegas acude a una concurrida plaza de Venezuela con el dinero pactado con los secuestradores, pero no había noticias del chico.
Por otro lado, la Policía Técnica Judicial (PTJ) tomó fotos del dinero antes de ser entregado por los familiares, pero nada que aparecía “Carlitos”.
A pesar de haber pagado la suma que los secuestradores solicitaban, no volvieron a llamar más, y la PTJ realizó investigaciones.
No obstante, el 1 de marzo de 1973, una noticia golpeó a la familia Vegas Pérez, cuando fue encontrado el cadáver de Carlos.
El cuerpo fue localizado por la PTJ en las afueras de Caracas, en un barranco cerca de la autopista Coche-Las Tejerías.
Investigaciones en el caso Vegas Pérez
Tras ser encontrado el cuerpo, que resultó estar maniatado, y según versiones extraoficiales, con signos de violencia y traumatismo. Las autoridades prosiguieron a buscar los culpables.
En primer lugar, se procedió a investigar a la zona residencial y donde fue visto por última vez con vida a Carlos Vegas Pérez.
A su vez, interrogaron a la familia Vegas Pérez, en especial, a su hermano mayor, Federico, quien para ese entonces tenía 23 años de edad.
Rápidamente, el impacto del crimen se extendió por todo el país, y un portavoz del gobierno venezolano decretó un estado de emergencia.
Con el avance de las investigaciones, salían más sospechosos, pero ninguno era culpable.
La investigación preliminar concluyó que Carlos Vegas Pérez fue asesinado, incluso cuando el rescate había sido pagado por los familiares.
Asimismo, los efectivos mencionaron que el cuerpo del adolescente tenía una fractura de cráneo y hematomas en algunas zonas corporales.
Por otro lado, los efectivos policiales aseguraron que las lesiones evidenciadas en el cuerpo del adolescente, se provocaron por la caída desde el barranco.
A su vez, la versión que se dio a conocer en la prensa, fue que el joven Vegas Pérez murió asfixiado al estar encerrado en el maletero del vehículo, inhalando monóxido de carbono.
Irregularidad e influencias de los sospechosos
Al concluir las investigaciones sobre el asesinato de Carlos Vegas Pérez, se procedió a las averiguaciones en torno al móvil del crimen.
Según las teorías policiales, los secuestradores podrían pertenecer a una banda de chicos ricos de la capital, los denominados “Patotas del Este”.
Sin embargo, el comisario encargado del caso Fermín Mármol León no expresó ninguna acusación y menos, detención sobre los posibles implicados.
Pese a ello, la Corte Superior II del Ministerio Público, con el juez Cumare Nava, revisó el expediente del caso.
Por ende, se procedió al arresto de Omar “El Chino” Cano Lugo, Alfredo Perilli Pietri, Gonzalo Rafael “Fafa” Cappecci, José Luis Branger, Julio Morales, Javier Paredes, Rolando Peña y Diego Rísquez.
Al momento del secuestro y posterior asesinato, los acusados tenían edades comprendidas entre 18 y 24 años de edad.
Entretanto, los implicados eran de familiar de clase social alta y de apellido de prestigio de la sociedad civil caraqueña.
Sin embargo, el curso de las investigaciones arrojaron las irregularidades de las mismas y las influencias para evitar la mancha del expediente de los implicados.
Por ejemplo, se cree que el comisario Mármol León sabía quienes eran los responsables, pero hizo caso omiso para evitar presiones de las familias poderosas de Caracas.
De este modo, se le removió del caso y el Juzgado Penal II decidió, también, que los implicados se les liberaría ante “faltas de pruebas”.
Tantos sospechosos; uno que pagó
En enero de 1974, se realizó la revocación de los autos de detención y los sospechosos, fueron liberados.
A su vez, los familiares de los implicados en el homicidio, denunciaron ante el Ministerio Público al comisario Mármol León por violar el secreto sumarial.
Pese a las decisiones del Juzgado Penal II, el juez Meléndez Hurtado expresó su preocupación ante la revocación de los autos de detención, al manifestar que había pruebas contundentes para encarcelar a los responsables.
No obstante, dos de los implicados, que no pertenecían a una clase pudiente del país, fueron acusados por posesión de estupefacientes, y no por el crimen de Vegas Pérez.
La decisión final fue que Cano y Capecci se mantuvieran en prisión por menos de siete meses, y el resto fueron liberados y exonerados misteriosamente.
Cano fue el único que se podría decir pago con cárcel, pero no acusado directamente por la muerte de Vegas Pérez, sino, por posesión de drogas.
Pese a que el crimen ocurrió hace 51 años, sigue estando impune y los implicados en el suceso, nunca pagaron y algunos se volvieron famosos.
Vida de los implicados en el caso Carlos Vegas Pérez
Tras las irregularidades en el caso, en 1978, Fermín Mármol León como Ministro de Justicia, escribió un libro “Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes”, narrando el caso Vegas Pérez.
Por otra parte, los responsables del crimen hicieron su vida normal, algunos se fueron del país; otros se mantuvieron fuera del ojo público.
De hecho, Diego Rísquez, uno de los sospechosos, fue un cineasta de reconocimiento en el país, con amplia trayectoria en el cine venezolano.
Rísquez falleció en el año 2018 a la edad de 68 años en Caracas.
Por otra parte, el hermano mayor de Carlos, Federico Vegas Pérez, y uno de los investigados por el homicidio, es un reconocido arquitecto y escritor en el país.
Entretanto, otro de los sospechosos, Alfredo Parilli Pietri, quien era sobrino de la ex primera dama de la república, Alicia Pietri de Caldera, siguió con su carrera delictiva hasta su muerte en 2011.
Conclusiones del caso
Sin dudas, este crimen fue connotado en el país, tanto así que la opinión pública hizo protestas ante la decisión del tribunal.
Este caso fue llevado a la gran pantalla, con la película “Cangrejo” de 1982, bajo la dirección de Román Chalbaud.
Dicha película fue de reconocimiento en el país, y narró lo que se evidenció ante las investigaciones del suceso de Vegas Pérez.
Finalmente, el caso Vegas Pérez es un claro ejemplo, de que la corrupción policial, tráfico de influencias y el poder de las esferas públicas en Venezuela, se tejen para perjudicar a la víctima y ensalzar a los victimarios.
Agradecemos a nuestro suscriptor: Daniel García, quien nos dio la idea sobre la realización de este post alusivo al caso Carlos Vegas Pérez.
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