Una colonia de Massachusetts, se encargó de albergar la mayor muestra de ignorancia y fanatismo religioso acontecido en el siglo XVII. Los juicios de Salem.
Seguidamente, los secretos mejor guardados sobre este épico acontecimiento que acabó con la vida y reputación de muchas mujeres.
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Historia de los juicios de Salem: Una tragedia producto de la ignorancia
“Cuanto más se acerca un hombre a la tragedia, más intensa es su concentración de emoción en el punto fijo de su compromiso, es decir, tanto más se acerca a lo que en la vida llamamos fanatismo”.
Arthur Miller
La reflexión anterior de Miller, resulta ideal para describir sintéticamente todo lo que implica la historia de los juicios de Salem, además de las consecuencias que generó para las diferentes familias que participaron en estos.
Ahora bien, los mismos se desarrollaron entre los años 1692 y 1693, esto con el objetivo de juzgar a doscientas personas acusadas de practicar brujería.
Dichos eventos legales cobraron como trágico resultado, la vida de veinte mujeres que ardieron en la hoguera por ser consideradas hijas del diablo (brujas).
Luego de tal feminicidio la colonia de Salem se arrepintió calificando sus actos como equívocos, paranoicos e injustos y posteriormente ofrecieron compensaciones a los afectados.
Obviamente ninguna de las retribuciones legales pudo equiparar las vidas perdidas.
Pero dicha historia aun en nuestros tiempos continúa inspirando notablemente la imaginación de aquellos que se atreven a contarla.
Las brujas de Salem: ¿Realmente existieron?
Antiguamente, la poca formación educativa y el limitado avance científico, fortaleció la creencia de que, el diablo concedía poderes a las mujeres para influir o dañar a otros a cambio de su servicio.
Dicha situación originó la persecución de diferentes femeninas europeas durante los siglos XIII y XVIII.
Lo anterior, producto del extendido pánico a la brujería.
Aunque la caza de hechiceras se extendía a través de todo el continente europeo, fueron las mujeres de Salem las más resaltantes de la historia. A continuación, el porqué de este hecho.
Un polémico traslado
Samuel Parris fue un reverendo trasladado desde Boston a Salem, el mismo, viajo con sus hijos Thomas, Elizabeth y Susannah.
Este, también trajo consigo a su sobrina Abigail, además de una esclava caribeña conocida como Tituba junto a su marido John Indian.
Aunque el reverendo en cuestión se obsesionaba con el favoritismo de Dios y el respeto de los ciudadanos de Salem, sus costumbres rígidas junto a otras acciones consideradas codiciosas le impedían lograr el objetivo, siendo mal visto y acosado por sus vecinos.
Un lamentable choque cultural y una amplía imaginación
Tituba la esclava de los Parris poseía costumbres y creencias culturales muy lejos de ser puritanas.
Su descendencia caribeña incorporaba a su comportamiento un aire de misticismo al tener conocimientos asociados a las prácticas vudú.
La esclava en cuestión, que era encargada de cuidar a los niños Parris, disfrutaba de contarles historias autóctonas y ancestrales de sus orígenes.
Dichas narraciones alimentaron la imaginación de las señoritas de la casa, quienes se dispusieron a bailar en el bosque mientras que Tituba efectuaba un ritual vudú característico de barbados.
Las jovencitas sumaron en sus actividades la participación de Ann Putnam, una de las niñas más pudientes de la zona, y al ser sorprendidas desataron uno de los casos de histeria colectiva más recordados de todos los tiempos.
Descubriendo y acusando brujas
Según los cuentos de la época, las niñas al ser descubiertas intentaron esconder los juegos realizados.
Sin embargo, estas empezaron a tener convulsiones y al ser llevadas con el médico local William Griggs, el mismo diagnosticó sus dolencias como sobrenaturales, determinación que las conduciría a la muerte.
Ahora bien, las jóvenes desesperadas por salvarse de una muerte segura, acusaron a Tituba de ser la responsable de todo, puesto que está con sus historias las habría iniciado en el satanismo.
Tituba consciente de las torturas que se avecinaban, decidió contar una historia donde afirmaban haber visto al diablo en el bosque junto a otras brujas.
De esa manera, señaló la existencia de un libro del mal, donde se encontraban anotados los nombres de todas las brujas de Salem.
Y así, las niñas Parris, Putnam, Osborne, Good, entre otras fueron señaladas como siervas de satán.
Cualquiera puede ser bruja
La confesión de tituba la condujo a prisión, mientras que, a las señaladas, las llevó a la muerte.
Esto fue solo el inicio de un sin fin de acusaciones sin sentido, donde el mismo reverendo local fue catalogado como el líder de los adoradores de Satanás por una familia vecina.
De esta manera, doscientas personas de la colonia fueron juzgadas como brujas y veinte condenadas a muerte por la misma razón.
Arrepentimiento irremediable
Pocos años después de los juicios de Salem, los tribunales de la colonia consideraron estos como irregulares rechazando las pruebas presentadas en contra de los primeros acusados.
De esta manera, se consideraron actos injustos, carentes de sentido y producto de la represión excesiva junto al puritanismo del siglo.
A las familias se les reivindicó, sin embargo, nada regresó a la vida a todos los inocentes fallecidos.
Consideraciones finales y verdaderas causas de la brujería de Salem
Muchas han sido las presunciones sobre los verdaderos motivos de los acontecimientos de Salem.
Entre las hipótesis más populares resaltan: la epilepsia y la intoxicación por cornezuelo de centeno, un cereal con el que se realizaba el pan cuya toxina ergotamina es empleada para desarrollar el ácido lisérgico o LSD.
Finalmente, de manera muy personal consideramos que los hechos suscitados son el resultado del pánico colectivo, la ignorancia, la discriminación y el fanatismo sin sentido.
Recordando la importancia de esta frase:
«No te aferres a ninguna fe, cuando la fe trae sangre»
Arthur Miller
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