El yogur es un mangar lácteo, que se realiza en base de la fermentación de la leche. Presentando diversas variantes como el de frutas, natural, griego o casero.
Por otro lado, la palabra ‘yogur’ deriva del vocablo otomano turco ‘yogurt’, que significa ‘leche cuajada’.
Partiendo del significado de yogurt, explicaremos cómo preparar un yogur casero, y algunos datos de interés de este manjar lácteo.
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Origen del yogur
Esta bebida láctea proviene de Turquía, en los tiempos del Imperio otomano, rápidamente, se expandiría a la Península balcánica y Bulgaria.
Según algunos historiadores, el yogur data del siglo XVII, en el pleno auge de la agricultura en el Imperio otomano.
Por otro lado, los trabajadores trasladaban la leche fresca y sumado al contacto directo del calor, provocaba el crecimiento de colonias bacterianas.
Estas bacterias ácidas fermentaban la leche, dando una consistencia, olor y sabor muy diferente a su contraparte fresca.
Debido a la experimentación de esta bebida, los pueblos nómadas de Asia Central, la tomaban como desayuno o manjar entre las comidas.
De hecho, dos siglos después, el científico ruso-franco Elías Mechnikov, descubrió las propiedades del yogur, lo que valió el premio Nobel de 1908.
Con el paso de las generaciones, el yogur fue procesado y puesto a la venta en diversos establecimientos comerciales, siendo uno de los productos lácteos más consumidos en el mundo.
Ingredientes del yogurt casero
Para preparar un delicioso yogurt casero, necesitarás de los siguientes ingredientes presentes a continuación:
- 1 litro de leche fresca (que no sea de larga duración)
- 250 ml de yogur industrial o procesado
- En caso de que no puedas conseguir o no tengas a la mano el yogur industrial, puedes preparar el fermento con 1 gr de este ingrediente fermentizado.
- 1 cucharadita rasa de miel o azúcar.
Cómo preparar el yogur casero
En primer lugar, necesitarás el yogur natural industrial y destaparlo mientras, la leche pone en un recipiente a fuego lento.
Una vez que hierva (ebullición), dispone a retirarlo del fuego o apagando la hornilla.
Luego de eso, saca la leche y transportalo hacia otro recipiente, verifica que no haya restos del mismo en la olla.
Pon a reposar la leche y pásalo a dos envases, luego añade el yogur industrial y bate con fuerza.
Después de este procedimiento, asegura de cerrar bien los envases, añade papel periódico para que puedan conservar la temperatura de calor.
Posteriormente, deja reposar los envases de la leche con el yogur por un espacio de 6 horas como tiempo mínimo.
Pasado el tiempo, coloca los envases en el refrigerador por dos horas más.
Finalmente, luego del tiempo de refrigeración, puedes consumirlo y disfrutar de un rico desayuno o una agradable merienda con tu yogur casero.
Como recomendación, puedes añadir azúcar a tu gusto, dependiendo si notas un poco ácido el yogurt.
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