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Historia

Crisis por la Abdicación de Eduardo VIII

Uno de los eventos que enmarcaron la monarquía británica no solo en el siglo XX, sino, en toda la historia de su instauración fue la crisis por la abdicación del rey Eduardo VIII.

Dicho evento, supuso un tumulto de acciones políticas, sociales y religiosas, simplemente por la decisión del rey de casarse con una mujer, pero para los estándares británicos, no era cualquier fémina.

En el siguiente post, abordaremos todo lo relacionado con la Crisis por la Abdicación de Eduardo VIII del Reino Unido. ¡Comencemos!

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Crisis por la Abdicación de Eduardo VIII

Antecedentes y llegada al trono de Eduardo VIII

Transcurría 1936 y el monarca Jorge V, muere el 20 de enero y por la línea de sucesión, ocupó el trono, su hijo mayor, Eduardo.

El nuevo monarca adoptó el nombre de Eduardo VIII y ostentó antes los títulos de duque de Cornualles y Príncipe de Gales.

Asimismo, participó en los eventos de la I Guerra Mundial, como miembro activo de la Marina Real Británica.

Por otro lado, ejerció educación en la Universidad de Oxford, específicamente, en el Magdalen College, donde no sobresalió en el área académica.

Como sucesor al trono de Jorge V, participó en giras de la corona británica, tanto en América, Europa y en las colonias africanas.

En cuanto al aspecto sentimental de Eduardo VIII, tuvo numerosos romances y escándalos entre la década de los 20 y 30, aspecto que preocupaba a la familia real y a la política británica.

Entre los romances que figuraban estaban las mujeres casadas o en proceso de divorcio, motivo por el cual la monarquía se tambaleaba por los deseos impulsivos del heredero.

En ese tiempo, Eduardo gozaba de los privilegios de un playboy, mientras que su hermano Alberto (Jorge VI después) formalizaba su unión con Isabel Bowes-Lyon.

Posteriormente, Jorge V tenía cierta preferencia con Alberto y sus hijas, en especial, la mayor, Isabel o ‘Lilibet’, su nieta predilecta.

Años después, Jorge V moriría dejando el legado de su trono a Eduardo VIII, pero sus impulsos fueron mayores que lo dictado por la corona.

Eduardo VIII y Wallis Simpson               

Para 1930, Eduardo tuvo relaciones sentimentales esporádicas con Freda Dudley Ward y Lady Furness.

Furness le presentó a una amiga estadounidense, Wallis Simpson, quien congenió desde el principio y en aquella época, la dama estaba en su segundo matrimonio.

Tras conocerse las sospechas del romance de Eduardo y Simpson, Jorge V y su hijo mayor tuvieron diversos roces al punto de ser irreconciliables.

En 1935, Wallis Simpson conocería al rey Jorge V y a la reina María de Teck, padres de Eduardo. Sin embargo, no era bienvenida a la familia.

El intenso rechazo de la relación se hizo más evidente al conocerse el romance en la opinión pública, siendo inclusive fiscalizado por la Policía Metropolitana.

Para enero de 1936, muere Jorge V y la corona recala en Eduardo VIII, desde ese momento las cosas no pintaron nada bien en el corto reinado.

Eduardo VIII rompió el protocolo real al acudir con Wallis Simpson, que en ese momento, seguía casada bajo la ley estadounidense.

Por si fuera poco, la política se vio afectada con decisiones y opiniones de Eduardo VIII, criticando en ocasiones la acción del Primer Ministro Stanley Baldwin.

El reinado de Eduardo VIII

El reinado de Eduardo VIII siguió en polémicas como la reunión que mantuvo en Londres con el embajador alemán, Leopold von Hoesch de afiliación nazi.

Asimismo, amenazó con abdicar al trono en una ocasión si el Reino Unido entraba en disputa con Alemania Nazi, siendo un admirador de Adolf Hitler.

Por otra parte, decisiones enmarcadas dentro de las monedas con su figura y otras opiniones, aceleraban la crisis institucional y monárquica.

En julio de 1936, estuvo a punto de morir en un intento de magnicidio, sino, fuera por la intervención de la policía y del MI5.

Para los meses siguientes, la relación de Eduardo VIII y Wallis Simpson se formalizó con el proceso del divorcio con su segundo esposo en la Corte de la Corona en Ipswich.

Por su parte, Eduardo aceleró los planes de bodas con Simpson, además, de una celebración en la Abadía de Westminster y el palacio de Whitehall.

Para noviembre de 1936, el monarca Eduardo VIII se reunió extraordinariamente con el primer ministro Baldwin, expresando su deseo de casarse con Simpson.

Sin embargo, Baldwin manifestó que los súbditos consideraban inaceptable la unión, violando los principios de la iglesia anglicana.

Por otra parte, el pueblo arremetería con Simpson, sumado a una profunda crisis dentro de la monarquía.

Pese a ello, Eduardo propuso un matrimonio morganático, excluyendo a Simpson como reina y sus hijos como posibles herederos, pero fue rechazado por el Parlamento Británico.

Crisis por la abdicación de Eduardo VIII

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Ante los constantes rechazos a las peticiones de Eduardo VIII, sumando a la negación de los órganos legislativos de las dependencias británicas, el monarca iba a tomar su decisión.

Por lo tanto, Eduardo VIII se comunicó con Baldwin indicando su intención de abdicar al trono si no lograba casarse con su prometida, Wallis Simpson.

Entretanto, Baldwin asomó la posibilidad de tres opciones: renuncia al matrimonio con Simpson, casarse en contra de la voluntad de sus ministros o abdicar.

Con la situación en premura y la estabilidad monárquica y política en vilo, Eduardo tomó la decisión de abdicar al trono británico.

Finalmente, el 10 de diciembre de 1936, Eduardo VIII firma la abdicación en presencia de sus tres hermanos.

Al día siguiente, culminó su reinado con la aprobación real del Acta de la Declaración de Abdicación de Su Majestad de 1936.

Eduardo VIII finalizaría el discurso con la siguiente frase:

Me ha resultado imposible soportar la pesada carga de responsabilidad y desempeñar mis funciones como rey, en la forma que desearía hacerlo, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo”.

Consecuencias de la crisis de la abdicación de Eduardo VIII

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Stanley Baldwin, primer ministro británico durante la crisis de abdicación de Eduardo VIII. Imagen: Getty Images.

En primer lugar, perdió todos los títulos obtenidos por derecho a ser monarca y solo se le denominó ‘Duque de Windsor’ y a Simpson ‘Duquesa’.

Sin embargo, vivió en el exilio hasta su muerte, visitando en algunas ocasiones a la Familia Real, cuando murió la Reina María de Teck y su hermano Jorge VI.

Posteriormente a su abdicación, la corona británica recaló en su hermano Alberto, denominándose ‘Jorge VI’ en honor a su padre.

Por otro lado, se casó con Wallis Simpson y mantuvo su posición opulenta con un subsidio libre de impuestos que le otorgó Jorge VI.

Entretanto, como Duque de Windsor visitó en compañía de su esposa a Alemania durante el mandato de Hitler, siendo un aliado incondicional en las aspiraciones del Tercer Reich.

Ante el creciente apoyo con Hitler, Jorge VI ordenó que se trasladara a Bahamas para el puesto de Gobernador en el pleno apogeo de la II Guerra Mundial.

Tras la guerra, Eduardo no recibió ningún tratamiento oficial y cargo de renombre, viviendo en Francia con Simpson.

Posteriormente, tuvo tensas relaciones con la familia real, negándole que regresara a Gran Bretaña a menos que fuese una invitación por parte de la realeza.

Eduardo VIII se casaría con Wallis Simpson el 3 de junio de 1937 en el castillo de Candé, en las cercanías de Tours en Francia.

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Finalmente, Eduardo murió a la edad de 77 años el 28 de mayo de 1972 y fue velado en la capilla St. George en el castillo de Windsor y sepultado en el cementerio real de Frogmore.

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Samuel García

CEO de Dossier Interactivo

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